miércoles, 7 de diciembre de 2016

Aristóteles y la educación

       Aristóteles dedica el libro V de la "Política" a la educación. En él trata algunas cuestiones relativas al arte de la educación: ¿es necesario imponer una regla, una disciplina a la infancia?, ¿debe la educación ser impartida por el Estado, según métodos uniformes, o abandonada a las familias?, ¿sobre qué objetos debe dirigir los estudios?
- Sobre la primera cuestión, Aristóteles señala que la educación es necesaria, porque forma las costumbres y las costumbres fortalecen los Estados. No hay vida social sin educación, y la educación cambiará de carácter según sea dada en una sociedad aristocrática o en una sociedad democrática.

- Respecto a la segunda cuestión, Aristóteles, de acuerdo con las tendencias generales de la antigüedad, se declara partidario de la educación pública y común. Se lamenta de que el uso contrario haya sido introducido en algunas ciudades griegas, y que la educación sea dejada a la discreción de las fammilias. Pero Aristóteles no es como Platón, y confía los niños a sus padres hasta los siete años. Pero a partir de esa edad, los niños deben ser sometidos a una educación idéntica y por consecuencia pública. La meta es la misma para todos los ciudadanos: aprender la virtud. Además, es un error creer que los ciudadanos se pertenecen enteramente a sí mismos: son parte del Estado. El particularismo en la educación equivale a la ruina del Estado, ya que suprime esta unidad espiritual sin la cual la unidad material es una palabra vacía.

- Sobre el objeto de enseñanza, aparta de la educación todas las ocupaciones, artes o ciencias, que son inútiles para formar al hombre en la práctica de la virtud: no solamente las artes mecánicas que deforman los cuerpos e impiden la elevación del pensamiento, sino "las ciencias liberales mismas, cuando son llevadas demasiado lejos y estudiadas con un exceso de curiosidad, sobre todo con la intención de convertirse en un medio de existencia". Aristóteles sigue aquí los prejuicios de la antigüedad, y considera como servil, como indigno de un hombre libre, todo lo que tiene un carácter de utilidad práctica y material. "La preocupación exclusiva de las ideas de utilidad no convienen a las almas nobles ni a los espíritus libres". Los objetos de estudio desinteresados, únicos dignos de un hombre libre son cuatro: la gimnástica, la gramática, la música y el dibujo. Según Aristóteles, estos estudios deben ser abordados sucesivamente, y no simultáneamente y a la vez. Pero es la música la que preocupa especialmente a Aristóteles: no es simplemente un pasatiempo virtuoso o placentero (aunque por ello ya merecería ser introducida en la educación), pues ese placer requiere tener conocimientos musicales y, además, ejerce sobre los corazones una influencia moral (puede modificar las pasiones y afectos porque es capaz de representarlos y de inspirarlos). Esta opinión sobre los efectos moralizadores de la música era opinión también de los antiguos, que decían que para reformar las costumbres de un pueblo bastaba añadir o suprimir una cuerda a la lira.
Faltaría añadir evidentemente, a este esbozo inacabado de la educación para Aristóteles, las admirables enseñanzas impartidas en el Liceo: la disciplina lógica temperada por el hábito de la observación y el estudio de los hechos, la admiración y crítica inteligente de las bellezas de la elocuencia y la poesía, los conocimientos de física e historia natural, la ciencia política considerada tanto en la realidad de las constituciones de su época como en el ideal de las doctrinas...
Hay pues aspectos muy interesantes en la pedagogía aristotélica, pero no está libre de los prejuicios sociales de su tiempo. La instrucción moral y no utilitaria, liberal y no profesional, que Aristóteles propone a los hombres libres, está hecha para una pequeña minoría: es posible porque la mayoría está excluida. Los esclavos, los trabajadores, encargados de alimentar a los hombres libres y proporcionarles sus placeres, no participan en la educación al igual que de la libertad o la propiedad. Quizás la mejor educación sea la que permita cambiar un régimen social en el que bajo las apariencias de libertad de algunos subyace la opresión de la gran mayoría.
Fuente: Gabriel Compayré (http://www.inrp.fr/edition-electronique/lodel/dictionnaire-ferdinand-buisson/document.php?id=2082). La traducción es nuestra.


domingo, 6 de noviembre de 2016

Aristóteles: Ciencia.

En la primera parte de este vídeo podéis ver una breve biografía del pensador griego Aristóteles. Discípulo de Platón, Aristóteles afirmó no obstante: "Aprecio a Platón, pero aprecio más a la verdad".


Aristóteles escribió cerca de 200 tratados (de los cuales sólo nos han llegado 31) sobre una enorme variedad de temas, incluyendo lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que tocó. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto.
Aristóteles desarrolló una teoría física que se mantuvo vigente hasta la revolución científica. Según su teoría, todo está compuesto de cinco elementos: agua, tierra, aire, fuego y eter. Cada elemento tiene un movimiento natural. El agua y la tierra se mueven naturalmente hacia el centro del universo, el aire y el fuego se alejan del centro, y el eter gira en torno al centro. Estos principios servían para explicar fenómenos como que las rocas caigan y el humo suba. Además explicaban la redondez del planeta, y las órbitas de los cuerpos celestes, que están compuestos de eter. Aristóteles sostuvo un sistema geocéntrico, en el cual la Tierra se encontraba inmóvil en el centro mientras a su alrededor giraba el Sol con otros planetas. Aristóteles habló del mundo sublunar, en el cual existía la generación y la corrupción; y el mundo supralunar, perfecto. Esta teoría de la Tierra como centro del universo —que a su vez era considerado finito— perduró por varios siglos hasta que Copérnico en el siglo XVI cambió el concepto e introdujo una serie de paradigmas, concibiendo el Sol como centro del universo.

En astronomía, Aristóteles propuso la existencia de un Cosmos esférico y finito que tendría a la Tierra como centro (geocentrismo). La parte central estaría compuesta por cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. En su Física, cada uno de estos elementos tiene un lugar adecuado, determinado por su peso relativo o «gravedad específica». Cada elemento se mueve, de forma natural, en línea recta —la tierra hacia abajo, el fuego hacia arriba— hacia el lugar que le corresponde, en el que se detendrá una vez alcanzado, de lo que resulta que el movimiento terrestre siempre es lineal y siempre acaba por detenerse. Los cielos, sin embargo, se mueven de forma natural e infinita siguiendo un complejo movimiento circular, por lo que deben, conforme con la lógica, estar compuestos por un quinto elemento, que él llamaba aither ('éter'), elemento superior que no es susceptible de sufrir cualquier cambio que no sea el de lugar realizado por medio de un movimiento circular (Fuente: wikipedia).

Aristóteles. Documental.

A continuación podéis ver el programa que Fernando Savater dedicó al Estagirita en la serie La aventura del saber.


Cuestiones:
- Después de ver este documental, ¿podrías señalar algunas de las diferencias que señala Savater entre la filosofía platónica y la aristotélica?

lunes, 10 de octubre de 2016

Críticas al modelo de ciencia de Platón.

 

 Benjamin Farrington, en su libro "Ciencia Griega" (Icaria, 1986) señala que "Platón no sólo no hizo aporte alguno a la ciencia positiva, sino que contribuyó a desalentarla. Esto no significa que no hiciera aportes al pensamiento. Fomentó el estudio de la matemática, elemento esencial de la concepción científica moderna. Desarrolló el estudio de la lógica más que todos los pensadores que le precedieron. Su crítica al papel de la percepción sensorial y de la mente en el proceso del conocimiento del exterior, hizo época. La fundación de la Academia fue una contribución notable a la concepción de la ciencia como esfuerzo organizado y cooperativo. (...) Lo más estimable y lo primordial en Platón fue su esfuerzo por pensar como ciudadano, bien que como ciudadano reaccionario de una sociedad decadente" (99).

El divulgador científico Carl Sagan también contraponía, como se muestra en este fragmento del documental Cosmos, el modelo científico pitagórico-platónico frente a la ciencia jonia.

 
Cuestiones:
- ¿Cuáles son las aportaciones de pitagóricos y Platón al desarrollo de la ciencia griega?
- ¿Cuáles son las críticas que Carl Sagan hace al modelo científico pitagórico y platónico?

La caverna de Platón en plastilina

A continuación podéis ver una adaptación de la alegoría de la caverna de Platón hecha con plastilina. No respecta literalmente el relato de Platón y simplifica demasiado algunos aspectos, pero puede ser útil. Con subtítulos en castellano. Cortometraje realizado por Bullhead Entertainment sobre la alegoría de la caverna (Libro VII de la República).

domingo, 9 de octubre de 2016

Documental sobre Platón

El filósofo español Fernando Savater presenta la filosofía y la figura de Platón en una serie para televisión titulada "La aventura del pensamiento".


Tras la visión del documental, podrías responder a las siguientes cuestiones:

-¿Qué afirma Savater respecto a la importancia y actualidad del pensamiento platónico? 
-¿Qué etapas se distinguen en la obra de Platón y por qué se caracterizan?
- ¿Cómo resultó la aventura política de Platón en Siracusa? 
-¿Cómo hizo variar eso su teoría política sobre la justicia en el Estado? 
- ¿Cómo se describe en el documental la figura de Sócrates?

Platón y Bourdieu: crítica del "sabio liberador" de la caverna platónica.


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Frente al sabio “liberador” (de la opinión común) de la caverna platónica, el sociólogo francés Pierre Bourdieu (Meditaciones Pascalianas, 1999) se declaraba más próximo a la filosofía de otro francés, Blaise Pascal, por su renuncia a la ambición de establecer principios, por su solicitud,
"desprovista de cualquier ingenuidad populista, por el “común de los hombres” y las “opiniones sanas del pueblo”; y también por su propósito, indisociable de ella, de indagar siempre la “razón de los efectos”, la razón de ser de los comportamientos humanos más inconsecuentes o más irrisorios -como “pasarse el día corriendo tras una liebre”- en vez de indignarse por ello o burlarse, como hacen los “listillos”, siempre dispuestos a “hacerse los filósofos” o a tratar de asombrar con sus asombros fuera de lo común a propósito de la vanidad de las opiniones de sentido común".
Para Bourdieu no se trataría tanto de "liberar" supuestamente de la ignorancia o de las "sombras" a los demás, como indagar o comprender las causas de nuestro comportamientos, aunque a veces parezcan inconsecuentes o irrisorios. Nada humano nos debe ser ajeno, y por ello no debe ser objeto -tampoco para el filósofo- de burla o desprecio, sino de comprensión y de diálogo crítico, exigente y abierto.

Bourdieu ha señalado que el mito de la caverna platónico es una pieza maestra del “sistema de defensa que la tradición filosófica ha erigido contra la toma de conciencia de la ilusión escolástica”, es decir, contra cualquier verdadera historización, y en apoyo de la ilusión del “fundamento” (la pretensión de la filosofía de fundamentar -teóricamente- a las otras ciencias, sin estar fundamentada -históricamente- por ellas). Frente a esto, según Bourdieu, se trataría de “volver del revés el movimiento que exalta el mito de la caverna, ideología profesional del pensador profesional, y regresar al mundo de la existencia cotidiana, pero pertrechada con un pensamiento científico lo suficientemente consciente de sí y de sus límites para ser capaz de pensar la práctica sin aniquilar su objeto”.

Cuestiones para el cuaderno:  ¿Podrías explicar con tus palabras la crítica de Bourdieu al "sabio liberador" de la caverna platónica?

La caverna de Platón

 Buscando información sobre la filosofía pitagórica, la compañera Consuelo Marín nos llamó la atención sobre un capítulo del libro Vidas de Pitágoras en el que se explican algunas de las conexiones entre Platón y el filósofo de Crotona. En dicho capítulo, además, se resaltan las fuertes conexiones que todavía existían entre el saber filosófico y el mítico-religioso, y sobre el carácter sacro (y como lugar de revelaciones oraculares) que poseían las cavernas en la religiosidad griega, aunque en Platón la caverna adopte otro significado en relación con el conocimiento filosófico.
Representación del mito de la caverna platónico.

Desde el mundo prehelénico hay constancia del uso de cuevas para el culto religioso. Estos espacios sacros subterráneos estaban dedicados al culto de divinidades relacionadas con los dioses telúricos o ctónicos; eran portales del paso al más allá donde se concentraban los oráculos (transmisores de la revelación, de un saber que rebasaba los límites de lo humano) y los dioses mediadores.
La caverna se relacionaba con divinidades femeninas como Gea, la diosa tierra, de raíces prehelénicas. El descenso a la caverna era una bajada al mundo irracional, un momento determinante en la cultura religiosa de los griegos. En la experiencia iniciática de ese descenso se cruzaba la frontera entre los dos mundos, sacro y profano, y se producían revelaciones del mundo subterráneo.
Pero la caverna también estará presente en el saber filosófico que pugnaba con el mítico-religioso, aunque asimilaba algunos de sus mitologemas. Las revelaciones producidas en estos espacios sacro-subterráneos también parece que alcanzaron a algunos de los pensadores presocráticos, como Parménides, Empédocles o Pitágoras, que adquirieron en su época carácter de personajes míticos, de "filósofos chamanes" (como los denominaba el historiador de las religiones M. Eliade) o adivinos.
"La caverna quedará en la tradición occidental como un lugar básico para el despertar del conocimiento filosófico. En la sabiduría arcaica de los griegos abundan los descensos a cuevas para obtener algún tipo de revelación, ya sea divina o filosófica: adivinos, legisladores, poetas, médicos o filósofos han obtenido de alguna manera algún tipo de inspiración. Algunos de los ejemplos más conocidos son los de Minos, Epiménides y Parménides. Asimismo existen testimonios sobre Ferécides, Empédocles y, por supuesto, Pitágoras". (D. Hernández de la Fuente, Vidas de Pitágoras, Girona, Atalanta, 2011, 87-117).
Parménides comenzaba su famoso poema haciendo mención a la revelación de una diosa que oponía la vía de la verdad (aletheia) y lo inmutable a la vía de las opiniones de los mortales (doxai). También a Empédocles de Agrigento se le relacionó con este ambiente de curaciones, mediaciones con la divinidad y acciones milagrosas. El propio Pitágoras, por otra parte, probablemente tuvo más relación con la adivinación que con las matemáticas
Platón parece que se sirvió de la experiencia iniciática de la revelación o la sabiduría alcanzadas en el descenso a la caverna en un sentido opuesto. En Platón la sabiduría se alcanza en el proceso de salida de la caverna, no en su entrada y revelación, y además este tránsito es a través de un proceso de educación a cargo del Estado.
No obstante, la obra de Platón está plagada de referencias a temas de trasfondo mitíco-religioso, especialmente de origen pitagórico, como la transmigración de las almas, la inspiración profética y filosófica, la problemática de la acción del sabio sobre la sociedad y la búsqueda de modelos de excelencia política en la tradición mítica y religiosa.

sábado, 8 de octubre de 2016

La caverna mediática: "El show de Truman"

En el film "El show de Truman" (Peter Weir, 1998), el protagonista, Truman Burbank, es un hombre corriente y algo ingenuo que ha vivido toda su vida en uno de esos pueblos donde nunca pasa nada. Sin embargo, de repente, unos extraños sucesos le hacen sospechar que algo anormal está ocurriendo. Todos sus amigos son actores, toda su ciudad es un plató, toda su vida está siendo filmada y emitida como el reality más ambicioso de la historia. (Fuente: FILMAFFINITY).
El conflicto dramático de la película gira en torno a la ruptura de esa ilusión de realidad que vive el protagonista, a la progresiva percepción de simulacro de su entorno vital (un plató de televisión), que hará evolucionar al personaje hasta rebelarse frente a la manipulación mediática de su vida y buscar una vida real fuera del entorno que hasta entonces había conocido.
 Al final de la película podemos ver claramente la conexión con lo que comentábamos de la caverna platónica y su mundo de sombras (parecido al espectáculo de los titiriteros que menciona el propio Platón): cuando Truman se va a escapar del plató de televisión en el que había transcurrido toda su falsa existencia, el director del reality habla directamente a Truman "a través de un sistema de sonido de gran alcance, tratando de convencerlo de quedarse, argumentando que no hay más verdad en el mundo real que la que existe en su propio mundo artificial. Truman, después de pensarlo un momento, dice su famosa frase: In case I don't see you... good afternoon, good evening, and good night (en la película traducida al español dicha como: Por si no volvemos a vernos, ¡buenos días, buenas tardes y buenas noches!), se inclina ante su público, y atraviesa la puerta hacia el mundo real" (Fuente: wikipedia)
 
Cuestiones:
- Señala los paralelismos y las diferencias entre la historia de Truman y la del prisionero de la caverna platónico.

¿Vivimos en un mundo de sombras?

Fernando Savater, en su libro Ética de Urgencia (Ariel, 2012) responde así a una cuestión que planteáis con frecuencia en vuestro comentarios sobre el mito de la caverna de Platón, y que se refleja en afirmaciones como "Vivimos engañados y manipulados", "Nos hacen ver lo que quieren que veamos"... Esta es la opinión de Savater al respecto:
Dices que no piensas porque el entorno no te deja pensar, estás convencido de que te van a educar de tal manera que no podrás decidir por ti mismo, que no podrás desarrollar tu propio pensamiento. Pero si el entorno nos motivara a pensar de una determinada manera, no nos daríamos cuenta; en cambio, tú sí te das cuenta, así que, ¿por qué no van los demás a darse cuenta también? Si el entorno nos condiciona a todos, ¿por qué hay opiniones discrepantes?
Es halagador pensar que a ti no te afecta lo que les pasa a los demás, que tú estás por encima. Es como cuando la gente dice que la televisión imbeciliza a la gente, mira que lo habré oído veces, pero nunca he escuchado a nadie que diga: "Soy imbécil perdido porque veo la televisión por las tardes".
Es posible que a quienes ostentan el poder, a las empresas y a los bancos, si quieres, les interese que pienses una serie de cosas, y que te induzcan a ello. Pero si puedes resistir esa motivación, darte cuenta e invertirla, los demás también van a ser capaces, y a los que no lo logren por sí solos se les podrá convencer si nos empeñamos. Cada uno de nosotros tiene inteligencia y recursos suficientes para influir sobre las personas de su entorno. 
Si quieres cambiar las cosas, es preferible que estés rodeado de personas con una mente flexible, receptiva a los argumentos, que no esté dominada por el miedo. Yo no digo que la educación resuelva todos los problemas, pero en la solución de cada problema hay un ingrediente que una buena educación te puede suministrar. La educación es el único mecanismo de revolución pacífica que hay. La educación es el antídoto contra la fatalidad. La fatalidad provoca que el hijo del pobre sea siempre pobre, que el hijo del ignorante siempre sea ignorante, una buena educación hace saltar estas barreras por los aires. La educación es lo más subversivo que hay.
Es interesante esta crítica de Savater a nuestra tendencia a situarnos por encima del común de la gente, como jueces de la estulticia ajena. Pero habría que advertir que, junto al papel de la escuela como instrumento de movilidad social, de ruptura contra la reproducción social de la pobreza, la escuela juega en ocasiones el papel contrario: legitimando la desigualdad social según el éxito o el fracaso en un modelo educativo que sirve y está orientado preferentemente a los intereses de ciertos sectores sociales.

Cuestiones:
- ¿Qué opinas sobre nuestros recursos e inteligencia para superar los posibles intentos de manipulación o engaño que nos quieran imponer? ¿No somos entonces como los prisioneros de la caverna platónica? ¿Y sobre el papel de la educación que defiende Savater?

viernes, 7 de octubre de 2016

Contexto histórico para el comentario de Platón: la civilización griega

Para el contexto histórico, puedes escuchar con atención y sacar algunas notas de este documental de artehistoria sobre la civilización griega.
Como actividad te propongo que realices en tu cuaderno un esquema, con sus distintos periodos, de los orígenes de la civilización griega.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Algunos consejos para el comentario de texto filosófico. Criterios de Evaluación.

Todo comentario de un texto filosófico es una lectura posible, en la que no se trata de resumir o reproducir el texto, sino intentar "comprender, reflexionar y argumentar" sobre los temas que en él se tratan. Se debe buscar combinar el rigor necesario en la reflexión y argumentación, con la libertad de creación, con la posibilidad de abrir un nuevo enfoque o perspectiva, aportar una crítica, o plantear otras alternativas. No estudiamos historia de la filosofía para copiar las ideas del pasado, sino para impulsarnos a pensar nuestro presente. No estudiamos nuestra herencia filosófica sólo para explicarnos muchas de nuestras ideas y formas de pensar actuales, sino especialmente para ayudarnos a "pensar de otro modo".

No existen, pues, recetas exactas ni procedimientos establecidos para realizar un comentario de textos filosóficos. Pero esto no debe llevaros a pensar que la evaluación de un comentario es algo subjetivo o arbitrario, sino más bien algo que puede servir para formar "buenos lectores", comprensivos y reflexivos.
Lo principal es que os acerquéis a los textos filosóficos sin prejuicios (con buena disposición para dejaros interrogar sobre problemas que a todos nos afectan y cuestionar las respuestas aprendidas, así como para enfrentaros a las dificultades naturales que podréis tener al principio con los textos filosóficos) y sin complejos (sin que la "autoridad" del filósofo que comentas te impida expresar razonadamente tu valoración, tus críticas o tus dificultades).
Este curso comenzaréis a leer algunos de los textos más conocidos de la historia de la filosofía, y trataremos cuestiones como la felicidad, la obediencia o desobediencia a la ley, la "buena vida", la justicia... Al final lo que pretendemos es disfrutar  de estos textos, y permitir que nos "remuevan" el pensamiento, que nos ayuden a pensar juntos, a escucharnos y a aprender a expresar con mayor rigor y claridad nuestras ideas. Porque, como decía el buen Sócrates, "una vida humana sin examen (reflexión) no merece la pena ser vivida".


Algunas recomendaciones prácticas:
1º. Leer pausadamente el texto hasta estar seguros de entender su sentido general, y poco a poco ir profundizando, conforme vayáis contextualizandolo en su tiempo y en la temática. Para ello debéis comenzar señalando el tema general que aborda, un breve resumen del contenido del texto (redactado en estilo directo, es decir, en palabras propias de quien lo hace) y elaborando una pregunta en la que exprese aquello que le ha llamado la atención en el texto. En el intento de responder a esta cuestión es cuando comenzamos realmente nuestro comentario del texto: exponiendo con claridad, rigor y precisión nuestros propios puntos de vista.
2º. Ampliar todo lo posible vuestro conocimiento de la obra, del autor, de las corrientes de pensamiento de la época, así como la evolución histórica de la temática tratada en el texto.
3º  Debéis evitar dos errores frecuentes: utilizar el texto como un pretexto para hablar de otra cosa y repetir lo que ya dice el texto.


domingo, 2 de octubre de 2016

El problema de la realidad y el conocimiento: ¿Qué se esconde bajo la apacible realidad?

Para reflexionar sobre el tema de la realidad y el conocimiento, que iremos viendo a lo largo del curso, os propongo ver el comienzo de la película Blue Velvet, del director David Lynch. David Lynch ha explorado en sus películas el tema de las interpenetraciones entre la realidad y la irrealidad, de las máscaras y de los opuestos, de los sueños y la vigilia.
Lynch fue nominado al Oscar al mejor director por este film, interpretado por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini.
 La película comienza con una serie de idílicas imágenes de una pacífica localidad estadounidense llamada Lumberton. Pero empiezan a aparecer inquietantes imágenes: Un hombre riega las plantas de su jardín cuando de repente sufre un ataque que lo deja en el suelo. La cámara va atravesando la superficie del cuidado césped hacia un inquietante mundo de oscuridad y violencia. Bajo la superficie apacible de lo que percibimos late el horror. Por un lado, lo superficial de la vida lleno de aparentes buenas sensaciones; y por el otro, la pura realidad, el lado oscuro que se esconde tras todo lo que a simple vista parece bello.
(Ver artículo de Amaya Ortiz en el nº 32-33 de la revista Trama y Fondo).

El psicoanalista Jacques Lacan hablaba de lo real como  lo que no es imaginario ni se puede simbolizar. "Lo real es todo aquello que tiene una presencia y existencia propias y es no-representable. Aunque las palabras se asemejen, no debe confundirse con el concepto de "realidad", puesto que ella más bien pertenece al orden del lenguaje, simbólicamente estructurado. Lo real aparece en la esfera de la sexualidad, de la muerte, del horror y del delirio. Lo real es lo que no podemos pensar, imaginar o representar, es decir, lo inconceptualizable, lo que no se puede poner en la palabra o en el lenguaje, constituyendo un indeterminado incontrolable". Lo real es lo que se esconde bajo el césped.



lunes, 19 de septiembre de 2016

Lecturas recomendadas. Cómo hacer una reseña crítica

A continuación os comento algunas lecturas voluntarias  y  una pequeña guía para que podáis hacer una reseña crítica de vuestras lecturas (libros, artículos o capítulos seleccionados de alguna obra filosófica). Todos los libros mencionados abajo los puedes encontrar en la biblioteca del Instituto:

- Platón, La República, Gredos.
Lectura íntegra o de alguno de los libros de los que se compone La República. Podéis orientaros en las entradas del blog donde explica el contenido de cada libro.

-F. Savater, Historia de la filosofía sin temor ni temblor, Espasa, 2009.
 Nemo y Alba son dos estudiantes de un instituto cualquiera en un lugar cualquiera. Se aburren en clase, a veces, como cualquiera, y, a veces también, encuentran apasionantes ciertas ideas. Y así empieza el texto escrito por Fernando Savater.
Precede a la entrada en escena de Nemo y Alba una reflexión sobre la eterna cuestión ¿Qué es la filosofía?, que sirve no sólo como introducción sino como idea esencial del libro, ya que sobre esa misma pregunta inician los protagonistas su conversación. Conversación que se irá desarrollando en función del filósofo y filosofía que se va tratando, y en la se verá que siempre late escondida (o no tanto) la pregunta -y sus respuestas-.
 Os dejo como muestra un pequeño fragmento de la introducción del libro, un intento de responder a la pregunta por la filosofía:
“La filosofía es una forma de buscar verdades y denunciar errores o falsedades que tiene ya más de dos mil quinientos años de historia. Este libro intenta contar, con sencillez y brevedad, algunos de los momentos más importantes de esa historia. Cada uno de los filósofos de los que hablaremos pensó sobre asuntos que también te interesan a tí, porque la filosofía se ocupa de lo que inquieta a todos los seres humanos. Pero ellos pensaron según la realidad en que vivieron, que no es igual a la tuya: o sea, las preguntas siguen vigentes en su mayor parte (¿qué es la verdad, la muerte, la libertad, el poder, la naturaleza, el tiempo, la belleza, etc?), aunque no conocieron, ni siquiera imaginaron, la bomba atómica los teléfonos móviles, Internet ni los videojuegos. ¿Qué significa esto? Pues que pueden ayudarte a pensar pero no pueden pensar en tu lugar: han recorrido parte del camino y gracias a ellos ya no tienes que empezar desde cero, pero tu vida humana en el mundo en que te ha tocado vivirla tienes que pensarla tú… y nadie más. Esto es lo más importante, para empezar y también para acabar: nadie piensa completamente solo porque todos recibimos ayuda de los demás humanos, de quienes vivieron antes y de quienes viven ahora con nosotros… pero recuerda que nadie puede pensar en tu lugar ni exigir que te creas a pies juntillas lo que dice y que renuncies a pensar tú mismo”.
 (Fuente: http://elrincondesofista.wordpress.com/2012/05/01/historia-de-la-filosofia-sin-temor-ni-temblor/)

 - F. Savater, La aventura del pensar, Debate.
 El proyecto original de este libro fue una serie de televisión sobre los pensadores que más han influido en la sociedad de principios del siglo XXI. Un proyecto que ha llevado a término una productora argentina y de la que en clase hemos visto algunos episodios.
 Se trata, pues, de una obra de divulgación, y por lo tanto dirigida a un público amplio y no especializado. Pero al mismo tiempo es rigurosa, informada y sencillísima de leer.




- J. Gaarder, El mundo de Sofía, Siruela.
 El mundo de Sofía (1991) es la novela más conocida escrita por el noruego Jostein Gaarder. Se convirtió en un auténtico bestseller, no sólo en Europa sino también en todo el mundo, siendo traducida a 54 idiomas. Usando como pretexto una trama novelesca, el autor hace una guía básica sobre la filosofía occidental. Esta novela luego fue hecha película (también llamada El mundo de Sofía) en 1999 dirigida por Erik Gustavson, también noruego. La obra trata de una pequeña de 14 años, que el 15 de junio cumplirá 15 años. Pero su vida cambia increiblemente cuando recibe una carta de un filósofo que le enseña como es el mundo desde la filosofía. (Fuente: wikipedia).


- Sartorio, Rafael : "Diógenes Laercio. Los cínicos". Editorial Alhambra, Madrid, 1.986. Traducción de algunas partes del libro de Diógenes Laercio relativas a los cínicos, también tiene introducciones didácticas y otros documentos. La escuela cínica fue una de las principales opositoras a la Academia platónica y su postura ético-política estuvo muy alejada a la propuesta platónica. Leer a los cínicos es un buen contrapunto crítico a la filosofía de Platón.
 
- B. Russell, Historia de la filosofía occidental, Austral. (Para el primer trimestre podéis leer el capítulo dedicado a Platón, con especial atención a la valoración crítica que hace Russell a las teorías platónicas).
Russell (1872-1970) fue un filósofo, pedagogo, matemático y ensayista inglés, que se guió en esta obra por el más ajustado sentido de la unidad histórica y estudió a cada filósofo en relación con el medio en que actuó, teniendo siempre en cuenta las circunstancias sociales y políticas de su época. En este primer volumen se analizan la filosofía presocrática, las aportaciones de Sócrates, Platón y Aristóteles, la filosofía helenística y a los Padres de la primera filosofía católica.



Recomendaciones para elaboración de una reseña

lunes, 2 de mayo de 2016

Actualidad de Ortega y Gasset

Para la actualidad de Ortega y Gasset, y aunque ya han pasado bastantes años, todavía sigue siendo interesante la encuesta que en 1965 planteó la revista Cuadernos de Ruedo Ibérico a un grupo de intelectuales de la época: Pedro Altares, José Aumente, José María Castellet, Carlos Castilla del Pino, Francisco Fernández-Santos, Alfonso Sastre, Jorge Semprún. Cuando se cumplía el décimo aniversario de la muerte de Ortega, y en una universidad agitada por fuertes protestas contra la dictadura, la posición de los jóvenes universitarios frente al legado de Ortega era mucho más distante que en 1956, el año de su muerte, cuando el homenaje que los estudiantes madrileños organizaron a su memoria pareció convertirse en un elemento movilizador.
En el cuestionario de Cuadernos de Ruedo Ibérico se planteaban las siguientes cuestiones:
A los diez años de la muerte de Ortega y Gasset, quizá exista ya una perspectiva mínima para tratar de establecer un balance crítico de su obra y de su acción político-cultural. Es evidente que el pensador madrileño ha significado mucho en la cultura y la vida españolas del siglo XX. ¿Le parece el balance de su acción cultural y política más positivo que negativo, o al contrario? ¿Qué significa Ortega en relación con la cultura y la sociedad españolas de la primera mitad del siglo?
En este primer decenio después de la muerte de Ortega, se ha producido en España, particularmente entre los jóvenes, una fuerte reacción antiorteguiana. ¿Qué circunstancias culturales y políticas explican esa reacción? ¿Es Ortega, como estiman muchos jóvenes, un pensador esencialmente antidemocrático, a contrapelo de las tendencias fundamentales del mundo moderno? ¿En qué puede Ortega ser aún maestro de una juventud española que, en su sector más inquieto y responsable, se orienta decididamente hacia el socialismo, el marxismo y, en general, el pensamiento democrático y revolucionario? ¿No es Ortega un pensador conservador que la derecha española, anticuada y oscurantista, no ha sabido aprovechar plenamente?
¿Qué piensa del orteguismo como escuela, o como escolástica? ¿Qué puesto le cabe en la filosofía española que hoy se hace?

En ese contexto se puede entender la parodia de Ortega que aparece en la famosa novela Tiempo de silencio (1961), de Luis Martín-Santos, que hace referencia a una de las conferencias, organizadas por el Instituto de Humanidades, que el filósofo dio en el cine Barceló, ante la gran asistencia de público, en otoño de 1949. Al parecer, precisamente en la tercera conferencia de ese año, Ortega se valió en su discurso del famoso símil de la manzana. En su descripción, Martín-Santos describe con sarcasmo a un conferenciante vacuo y a un público frívolo y diletante:
Los dos amigos -incluidos en la esfera intermedia- tenían a su derecha a un exseminarista con chaqueta negra pintacaspiana típica de exclaustrado y a su izquierda una elegante de la très haute. Por delante, por detrás, por los lados estaban rodeados de señoras de la misma extracción y poetas de varios sexos...
Pero ya el gran Maestro aparecía y el universo-mundo completaba la perfección de sus esferas. Perseguidos por los siseos de los bien-indignados respetuosos, los últimos petimetres se deslizaron en sus localidades extinguida la salva receptora. Los círculos del purgatorio (que como tal podemos designar a las localidades baratas, sólo en apariencia más altas que el escenario) recibieron su carga de almas rezagadas y solemne, hierático, consciente de sí mismo, dispuesto a bajarse hasta el nivel necesario, envuelto en la suma gracia, con ochenta años de idealismo europeo a sus espaldas, dotado de una metafísica original, dotado de simpatías en el gran mundo, dotado de una gran cabeza, amante de la vida, retórico, inventor de un nuevo estilo de metáfora, catador de la historia, reverenciado en las universidades alemanas de provincia, oráculo, periodista, ensayista, hablista, el-que-lo-había-dicho-ya-antes-que-Heidegger, comenzó a hablar, haciéndolo poco más o menos de este modo:
"Señoras (pausa), señores (pausa), esto (pausa), que yo tengo en mi mano (pausa) es una manzana (gran pausa). Ustedes (pausa) la están viendo (gran pausa). Pero (pausa) la ven (pausa) desde ahí, desde donde están ustedes (gran pausa). Yo (gran pausa) veo la misma manzana (pausa) pero desde aquí, desde donde estoy yo (pausa muy larga). La manzana que ven ustedes (pausa) es distinta (pausa), muy distinta (pausa) de la manzana que yo veo (pausa). Sin embargo (pausa), es la misma manzana (sensación)."
Apenas repuesto su público del efecto de la revelación, condescendiente, siguió hablando con pausa para suministrar la clave del enigma:
"Lo que ocurre (pausa), es que ustedes y yo (gran pausa), lo vemos con distinta perspectiva (tableau)".
En otro fragmento, Martín-Santos se valió del cuadro Escena de brujas de Francisco de Goya para deslizar referencias al "gran matón de la metafísica". En el cuadro, "el Buco de Goya diserta complacido, rodeado de espantosas mujeres que aúpan fetos o hijos demedrados" (J. L. Suárez, Guía de lectura, Alhambra, 1989). Ortega aparece como un teorizador de espaldas a las miserias de España, pero envanecido por la actitud reverencial del público femenino que asiste a su conferencia:
"Todo esto conoces, buco, con penetración muy seria y entonces indicas como triaca magna y terapéutica que a la gran Germania nutricia, Harzhessen de brujas y de bucos hay que fenomenológicamente incorporar. Y tus Carolinas espirituales serán nuestras prisiones temporales. Pero eres bueno; por eso alzas tu pezuña izquierda un poco más alta que la derecha. Por eso te vistes con ese disfraz que no es tuyo, pero que divierte a los que admirativamente te contemplan. Por eso te haces "aficionado" y aficionas a la gente bien tiernamente a la filosofía, como chico de la blusa tan espontáneo, tan grácil, tan sublime estilo, con tan adornada pluma, con la certera metáfora desveladora que te perdonarán los niños muertos que no dijeras de qué estaban muriendo... Pero las cosas son como son, vuelto sobre sí mismo el pueblo ignoraba al filósofo y la profusión de lujosos automóviles a la puerta de un cine de baja estofa, sólo le hacía experimentar las nuevas dificultades para el cruce de la calzada y no extraía de ella ninguna valoración eficaz del momento histórico".
Con motivo de la publicación de la biografía sobre Ortega escrita por Jordi Gracia (Taurus, 2014), han aparecido numerosos artículos en la prensa en torno a la figura y actualidad de Ortega. Os dejo un enlace a algunos de estos artículos publicados en el diario El País (escritos por autores como Javier Cercas, Mario Vargas Llosa, Rafael Sánchez Ferlosio...), que os pueden dar una idea de la todavía compleja recepción actual en España de la obra orteguiana.

viernes, 29 de abril de 2016

Ortega: ¿un Nietzsche civilizado?

En un artículo aparecido en el diario El País (Fulgurante Ortega, 17 de mayo de 2014, p. 33), Jordi Gracia describe a Ortega como un "Nietzsche civilizado". Estas son sus palabras:
(...) En los años veinte toda su maquinaria intelectual se vuelca en la ratificación de sí mismo, cuando la filosofía de la razón vital va de camino a ser razón histórica y siente que con él el pensamiento conquista por fin la superación del idealismo de Occidente y postula una alianza entre irracionalidad y racionalidad como única vía de comprensión integral y resignada del hombre, su mundo y sus límites. Resignada, sí, pero sin tristeza ni amargura; al revés: feliz de saber qué hacer con la vida como proyecto, feliz de identificar lo iluso como ilusión inútil y cultivar como posible la ilusión de lo real: un Nietzsche civilizado.
Puedes leer el artículo completo y después responder a estas cuestiones:
- ¿Qué significa la expresión "un Nietzsche civilizado"?
- ¿Qué aportaciones hizo Ortega al pensamiento occidental y cuáles fueron sus debilidades?

Unamuno y Ortega

La relación intelectual entre Unamuno y Ortega es de naturaleza compleja y en ella se mezclan la mutua admiración, las patentes diferencias de edad, formación y carácter y el factor común de ser los dos más importantes intelectuales españoles del siglo XX, alcanzando ambos una gran proyección pública en su época. Desde su juventud, en la que Ortega entonces joven estudiante en Margurbo escribe al Unamuno, que ya es una figura consagrada, y le cuenta sus intimidades personales y sus inquietudes intelectuales, hasta el sentido artículo que le dedica con ocasión de su fallecimiento, la suya fue una relación rica y fructífera.
Unamuno y Ortega divergían fundamentalmente en cuatro puntos: el personalismo, la poesía, España y la mística. (Ver artículo de José Sobrino)
Ambos pensadores polemizaron, entre 1906 y 1912) sobre el tema  de la europeización de España o la españolización de Europa (según fuera la posición de Ortega o de Unamuno, respectivamente). Ortega criticaba la "desviación africanista del maestro y morabito salmantino". Para Unamuno, que reacciona en su madurez contra su inicial positivismo, la ortodoxia científica de hoy o la Inquisición científica contrastaba con la ciencia española, que identifica con la mística. La ciencia quita sabiduría a los hombres... El objeto de la ciencia es la vida y el objeto de la sabiduría es la muerte.
En esta polémica destacó una carta de Unamuno a Ortega del 30 de mayo de 1906: "Yo me voy sintiendo profundamente antieuropeo. ¿Que ellos inventan cosas?, Invéntenlas".
En el epílogo de Del sentimiento trágico de la vida (1912), Unamuno dice: "No ha mucho hubo quien hizo que se escandalizaba de aquello de "que inventen ellos", expresión paradójica a la que no renuncio". Para apoyarse, Unamuno cita a Joseph de Maistre (en una carta a un ministro ruso): "No por no estar hecha para la ciencia debe una nación estimarse en menos". Continúa con un desafío: que no tenemos un espíritu científico ¿y qué importa si tenemos algún otro? En las últimas líneas de este epílogo, Unamuno se vuelve a referir críticamente a la campaña de Ortega en pro de la europeización: Y ahora vosotros, Bachilleres Carrascos del regeneracionismo europeizante, jóvenes que trabajáis a la europea con método y crítica científicos, haced riqueza, haced patria, haced ciencia, haced ética, o más bien traducid "Kultura", que así mataréis a la vida y a la muerte. Para lo que ha de durarnos todo...

Otra polémica es la que mantuvieron ambos autores en torno al teatro, expresado en dos textos: un artículo orteguiano, “Elogio del Murciélago”, luego recogido en la colección de ensayos El Espectador; y un artículo de Unamuno, que se titula, expresivamente “Teatro y cine”. Hay enfrentadas dos concepciones del arte y la literatura. En Unamuno el arte es visto como método de conocimiento, conocimiento filosófico, que es como decir personal; en Ortega el arte se concibe separado de la vida, como una isla. Varias veces Ortega repitió aquella afirmación de que o se hace ciencia, o se hace literatura o se calla uno. No es posible la confusión. En Unamuno esta confusión es una de las claves maestras de su obra.

Por último, dos concepciones distintas de la figura del intelectual. La expresión casi romántica del Yo en Unamuno, frente al pensador -en el caso de Ortega- que tiene que buscar las señas de identidad colectivas, en un ejercicio de salvación que no sólo salva a mi Yo, sino también a mi circunstancia.

jueves, 28 de abril de 2016

La muerte de Ortega y la censura franquista (18 de octubre de 1955)

Noticia del entierro de Ortega y Gasset.
El impacto de la censura franquista sobre el campo filósofico fue muy importante, especialmente fuera del cerrado marco de las elites académicas. Esto impidió la posibilidad de crear un espacio público de debate,  el acercamiento a un amplio público de lectores con el que construir un campo intelectual autónomo respecto al político y económico. Muchos libros de filosofía fueron “depurados”, destruidos o convertidos en obras “reservadas” que sólo se podrían poner “en manos de lectores de reconocida capacidad”, “y sólo cuando se justificara "plenamente la utilidad o necesidad científica de la consulta”.
 Ya en plena guerra civil, el 16 de enero de 1937, el bando franquista dictaba “órdenes encaminadas a sustituir la destrucción indiscriminada de libros por la creación de secciones de reservados y prohibidos”. Para aplicar esta normativa, y evitar así los excesos purificadores de los episodios de quema de libros que se habían producido, se crearon las Comisiones Depuradoras de bibliotecas. En el BOE del 17 de setiembre de 1937 se establecía la creación de una lista de todos los centros de lectura y de una Comisión depuradora. Se ordenaba que “las obras pornográficas y de propaganda revolucionaria” debían ser destruidas, y “aquellos de mérito literario o científico que tengan contenido ideológico nocivo”, serían guardados “en lugar no visible ni de fácil acceso al público, salvo autorización”. Así se legalizó la destrucción, incautación y retirada de muchos libros de bibliotecas escolares, populares, públicas y particulares. Así, por ejemplo, al finalizar la guerra, se retiraron de la biblioteca del Ateneo hispalense, trescientos ochenta y un libros que se depositaron en la Biblioteca Universitaria, en una zona apartada (en la que se mantuvieron hasta 1993), entre ellos, obras de Comte, Engels, Kierkegaard, Krause, Lenin, Maquiavelo, Marx, Nietzsche, Proudhon, Rousseau, etc. (Vid. J. L. Rubio Mayoral “La depuración de lacultura popular. La Universidad y el Ateneo de Sevilla en la censura de librosdurante la guerra civil” Represura, nº 5, junio 2008).
De esta manera se expresaba el Jefe del Servicio Nacional de Archivos, Bibliotecas y Propiedad Intelectual, creado por la dictadura en 1938:
  “Se acerca la hora en que toda la literatura tendrá que estudiarse desde los puntos de vista señalados y en que el uso del libro tendrá, por razones de higiene física, mental y social, que reglamentarse y someterse a receta. Las bibliotecas, como las farmacias, podrán tener obras equiparables por sus efectos a los venenos, como el pantapón, la morfina y el sublimado, pero que serán de lectura recomendable para la formación de cierto tipo de hombres. Así como no está permitido que los enfermos entren en las farmacias y se sirvan directamente y sin ninguna intervención el medicamento que se les antoje y en las dosis en que se les ocurra, así tampoco podrá haber biblioteca sin bibliotecarios expertos que sepan guiar a los lectores y asuman la formidable responsabilidad social y religiosa de su cargo”. (A. Alted Vigil, Política del nuevo estado sobre el patrimonio cultural y la educación durante la guerra civil española, Ministerio de Cultura, 1984, p. 55).
 Existía, además de la oficial, una censura eclesiástica, establecida básicamente a partir de las normas establecidas en el Índice romano”. En el Índice de Roma de 1949 estaban incluidas la obras de Descartes, Kant (Crítica de la Razón Pura), Pascal (Pensamientos) y Bergson. J. P. Sartre se incorporaría en 1948 y Miguel de Unamuno en 1957. Conviene recordar que el Índice no sería suprimido hasta 1966. Además, el  convenio con la Santa Sede del 7 de junio de 1941, hacía vigentes los cuatro primeros artículos del concordato de 1851, según los cuales el Estado debía dispensar apoyo a los obispos para impedir la publicación o difusión de aquellas obras que hicieran peligrar la fe o las buenas costumbres


La muerte de Ortega, el 18 de octubre de 1955, supuso un gran impacto en el seno del campo filosófico, aunque la censura franquista ordenó que en las noticias sobre su muerte se informara de sus errores en materia religiosa, que no se publicaran fotografías y que se redujeran a tres, como máximo, los artículos sobre el filósofo. Las publicaciones que no acataron las consignas oficiales fueron penalizadas: la revista Ínsula fue suspendida entre febrero y diciembre de 1956 por excederse en el número de páginas autorizadas para un número monográfico dedicado a Ortega y Gasset (nº 119, noviembre 1955). Lo mismo le ocurrió a la revista Índice, aunque le fue levantada la suspensión tras tres meses (por las buenas relaciones de su director, falangista disidente).

También, incluso muerto, sufriría Ortega la presión integrista católica. Al parecer hubo intentos de incluir la obra de Ortega en el Índice de Libros Prohibidos de la Iglesia católica. El asunto no llegó tan lejos, pero el 12 de julio de 1961 el Santo Oficio decretó la prohibición de la lectura de las obras de Ortega en los seminarios y escuelas de religiosos. Miguel de Unamuno no tendría esa "clemencia", y dos años después de la muerte de Ortega, en 1957, se incluyeron dos de sus libros (Del sentimiento trágico de la vida y Agonía del cristianismo) en el «Índice".
Otros intentaron convertirlo en uno más de los filósofos “conversos” que tanta reafirmación parecía producir en algunos sectores integristas católicos. La prensa del régimen, en su larga disputa con el laicismo del viejo maestro, ya se hizo eco de la supuesta conversión: en La Vanguardia Española (miércoles 19 octubre de 1955), Luis de Galinsoga comentaba: “Las informaciones periodísticas nos cuentan hoy los atributos religiosos que rodean el cuerpo yacente del filósofo que antes de morir hizo confesión.  Y adulando al dictador, el periodista  señalaba:
Cuando a lo largo de la enfermedad que ha llevado al sepulcro a don José Ortega y Gasset, el Generalísimo Franco se interesaba casi a diario por el estado del egregio español, nos daba una vez más Su Excelencia la pauta de conducta y de posición ante el caso. Cómo iba a ignorar el Jefe del Estado los antecedentes del gran pensador en materia política, especialmente aquellos que, como un paréntesis aciago y por ventura fugaz, nos presentaron a Ortega esclavo de una pasión y casi de un sectarismo totalmente incompatibles con su alto señorío intelectual?(...) Ortega padeció una verdadera intoxicación espiritual en aquellos meses de funesta recordación, al influir con su pensamiento prodigioso y con su palabra deslumbrante en los destinos políticos de la España de 1931. (Esto último hacía referencia a su papel como diputado de las Cortes Constituyentes de la Segunda República, entre 1931 y 1932,  en calidad de representante de la Agrupación al Servicio de la República, fundada en febrero de 1931 por Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala y él mismo).
Una información del diario Ya, con cierto aire de vengativo triunfo frente al moribundo filósofo, titulaba: «Ortega y Gasset se reconcilia con la Iglesia»:
 El estado de salud de don José Ortega y Gasset decayó algo el sábado pasado, pero el domingo a mediodía volvió a experimentar, dentro siempre de la persistente alarmante gravedad, una ligera mejoría. Con todo, ayer por la tarde la gravedad se acentuó y el ilustre paciente, al que rodeaban su esposa e hijos y contados discípulos y amigos, mostró deseos de reconciliarse con la Iglesia y, según nuestras noticias, se confesó con el padre Félix García(...). En dicha noche, ante la agravación del enfermo, la familia llamó al padre Félix, amigo de la casa. Al conocer don José Ortega y Gasset la presencia en su domicilio del sacerdote, pidió que le pasaran a la habitación y le invitó a que se sentase junto al lecho. Conversaron un momento y, por expresa voluntad del enfermo, el padre Félix pronunció las palabras: propias del momento. Don José besó el crucifijo que le tendía el sacerdote. 

lunes, 11 de abril de 2016

Esquema del artículo "La doctrina del punto de vista", de Ortega y Gasset

José Ortega y Gasset


José Ortega y Gasset (1883-1955), filósofo y ensayista, fue catedrático de metafísica en la Universidad Central de Madrid hasta la Guerra Civil. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial regresará a España, en 1945 y, aunque se le autoriza un ciclo de conferencias en el Ateneo de Madrid, no se le permite recuperar su cátedra de Metafísica, ante lo cual funda, en 1948, el "Instituto de Humanidades", donde vuelve a impartir docencia ante un público no universitario. En 1950 realiza un último viaje a Alemania, decepcionado ante las dificultades de su estancia en España, siendo nombrado en 1951 Doctor Honoris Causa por las universidades de Marburgo y Glasgow. Regresará a España en 1955, muriendo en Madrid el 18 de octubre de ese mismo año.
De la serie documental La aventura del Saber, presentada por Fernando Savater, puedes ver el capítulo dedicado a Ortega y su obra.


Cuestiones:
- Señala los principales periodos de la obra de Ortega.
- ¿Cuál fue el compromiso político de Ortega con su época? ¿Qué papel jugó el periodismo en su tarea intelectual?




Para saber más:

Puedes obtener más información en Proyecto de Filosofía en español, en Ensayistas y webdianoia.


También puedes visitar la Fundación Ortega y Gasset.

A continuación, podéis ver y escuchar el documental Creadores del siglo XX - José Ortega y Gasset, la filosofía como acción política, sobre las dos vocaciones de Ortega, la filosófica y la política. Ortega tuvo una resuelta actuación publica, con la preocupación de encontrar una formula para transformar y modernizar España. El filósofo de la razón vital, el autor de 'La rebelión de las masas' y 'La España invertebrada' aparece reflejado a través de sus propios textos, de la valoración de filósofos e historiadores que se acercan a la vida y obra de Ortega desde la perspectiva actual:

martes, 29 de marzo de 2016

La recepción de Nietzsche en la España franquista


En España, la recepción de Nietzsche fue un fenómeno literario y cultural (como refleja el interés de autores de la generación del 98, como Azorín), destacando la figura de Miguel de Unamuno.
Tras la Guerra Civil y hasta la derrota alemana en la II Guerra Mundial, existieron algunas traducciones de las obras de Nietzsche, pero con el creciente nacionalcatolicismo del régimen franquista la censura impediría posteriormente  su difusión y estudio. La conmemoración del primer aniversario del nacimiento del filósofo, en 1944, su revitalización a través de artículos como el que Azorín publica en Arriba de 1941 (Nietzsche en España) provocaron la reacción del sector católico. Azorín afirmaba en su artículo: “El partido que aspire a levantar a España, tendrá que fundar su política en la filosofía de Nietzsche” (G. Sobejano, 1967). 
El jesuita Quintín Pérez, ante el temor de una nueva ola nietzscheana, publica en 1943 un libro, así como varios artículos en revistas como Razón y Fe, Escorial o Revista de Filosofía, en los que denunciaba las ideas no ortodoxas del pensador alemán, y lo consideraba "un acalorado y peligroso seductor de conciencias". Según el jesuita Pérez, urgía "prevenir a la juventud hispanoamericana contra la seductora candidez de ese niño blasfemo;  urge dar a los que no deben leerle alguna idea de él, a los que de todos modos han de leerle, un contraveneno, y a los que por necesidad tengan que leerle, una guía". (Vid. G. Sobejano, Nietzsche en España, Gredos, 2004).
 Nietzsche -afirmaba Quintín Pérez- se califica en filosofía de extravagante; en teología, de indocumentado; en religión, de fríamente blasfemo (Quintín Pérez, “La perversión de un talento”, Revista de Filosofía, nº 4 (1943), págs. 107-123)
La obra de Nietzsche entró en nuestro país en un silencio de veinte años.
Durante el franquismo se produjo una ruptura, respecto al periodo democrático republicano, con la labor de traducción, interpretación y comentario de gran parte de la filosofía moderna contemporánea. En el caso de Kant, por ejemplo, hasta 1969 solamente “se reeditan algunas traducciones hechas ya antes de la guerra y se importan traducciones, pero se producen muy pocas, apenas hay actividad en torno a sus obras fundamentales. Y apenas se produce tampoco bibliografía secundaria” (Ibón Uribarri Zenekorta, “Filosofía, traducción y censura” en Represura, nº 6, marzo 2009). El filósofo español  Javier Sádaba recordaba cómo, en su etapa en la Universidad jesuita de Comillas (Santander), tuvo que pedir permiso para leer a Kant: “Y es que Kant, como tantos otros, estaba en el Índice de los libros prohibidos por la Iglesia católica" (J. Sádaba, Dios y sus máscaras. Autobiografía en tres décadas, Temas de Hoy, Madrid, 1993, p. 128) .

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En los años 70, autores como Fernando Savater o Eugenio Trías representaron el resurgimiento en nuestro país del interés por el pensamiento nietzscheano (En favor de Nietzsche, 1973). Como ha señalado Manuel Cruz (El País, 20 mayo 2000), en esta recuperación, "no interesaba el Nietzsche definidor de la moral señorial o el excitador de la voluntad. Menos aún, por descontado, el Nietzsche que jugaba con palabras que, por decirlo con la expresión de Olivier Reboul, no son inocentes, palabras como señor, esclavo, raza, jerarquía, adiestramiento y selección. Interesaba el Nietzsche de la afirmación del eterno retorno, el crítico de la razón, de la religión y la cultura moderna, sin olvidar al poeta, al experimentador del instante, al redescubridor del azar o al defensor ferviente de la necesidad de aceptar sin sentimiento de culpa el devenir".
  
Cuestiones:
- Lee el artículo de Ibón Uribarri y señala el papel de la censura franquista en la recepción y traducción de algunas corrientes filosóficas en España. 
- Señala algunas de las influencias del pensamiento nietzscheano en los autores de la generación del 98.

Comparación de la temática tratada en el texto de Nietzsche "La razón en la filosofía" con otra posición filosófica

Como me pedisteis, os dejo algunas recomendaciones para la comparación del pensamiento de Nietzsche con otros autores.

a) Podéis leer el primer apartado de los apuntes titulado "La crítica a la tradición socrático-platónica y a la dialéctica". Como vimos, Nietzsche se opone en el texto que comentamos a las posiciones del idealismo filosófico, desde Platón hasta Hegel. En este apartado de los apuntes se explica con detalle esa crítica.

b) Si queréis centraros en Platón, como algunos habéis hecho, no debéis olvidaros de señalar que:
- Frente a la metafísica dualista de Platón (mundo de las ideas/mundo sensible), Nietzsche mantiene una concepción monista de la realidad, criticando la necesidad de crear mundo ficticios, distintos de la realidad plural, sensible y cambiante que configura nuestra existencia (algo que atribuye al resentimiento, al carácter calumniador de la vida del platonismo). Frente a la defensa platónica de la existencia de los universales (formas o ideas), Nietzsche es nominalista (sólo existen los entes particulares).
- Frente a la epistemología racionalista platónica que sitúa el conocimiento científico, frenta a la opinión sensible, en las entidades ideales e inmutables (las Ideas), Nietzsche defiende la importancia de los sentidos y el instinto en el conocimiento de lo real, y defiende el perspectivismo (frente a los que sostienen la validez universal del conocimiento científico). Frente al concepto que idolatran los filósofos idealistas, Nietzsche sostiene la importancia de la metáfora y la intuición estética como forma de acceso a la realidad.
- Frente a la ética intelectualista y universalista de Platón, que tiene como meta el conocimiento de la Idea absoluta de Bien, Nietzsche señala que los valores morales son una construcción humana, sin existencia objetiva ni carácter absoluto, sino histórico. Nietzsche resalta la importancia de las pasiones y el instinto, de nuestra dimensión irracional, a la vez que critica la moral del resentimiento, de odio de los que han creado esa moral de esclavos, calumniadora contra la vida.

c) Podéis compararlo con Ortega y Gasset, aunque es un autor que todavía no hemos comenzado a ver. Pero para que vayáis conociéndolo un poco, podemos hacerlo a partir de las semejanzas y diferencias con Nietzsche:
- Ambos insisten en la dimensión histórica del ser humano. Frente a la razón universal de Descartes, para ellos, la razón es también un producto histórico con el que el ser humano intenta enfrentar su existencia.
- Ambos exaltan la dimensión vital de la cultura. La cultura es una dimensión de la vida, se encuentra al servicio de la vida.
- Ambos defienden el perspectivismo. Nuestra visión de la realidad solo puede tener lugar desde una perspectiva particular. Nuestra visión de la realidad siempre será parcial, la de la perspectiva, y de las circunstancias históricas y vitales, que ocupamos en ese momento.
-  Comparten también cierto elitismo conservador en lo político que desconfía del socialismo y que distingue entre minorías dirigentes y masas. Las minorías son capaces de crear, de esforzarse en la superación de los viejos ideales, mientras que las masas imitan y se dejan llevar por el común.
- Pero se diferencian en la radicalidad de las propuestas de uno y otro. Mientras Ortega intenta integrar historia y vida, y recurre a la razón histórica y la razón vital, incorporando ideas de la tradición filosófica racionalista, Nietzsche adopta una posición mucho más crítica respecto a esa tradición y sus errores.
- Mientras para Ortega el perspectivismo no conduce al relativismo, sino que admite la objetividad del conocimiento, para Nietzsche no existe un conocimiento objetivo, sino meramente fenoménico y subjetivo, regido por una voluntad de poder individual. Ortega, además, no comparte el nihilismo de Nietzsche, la exaltación de los instintos o el ideal del superhombre.

Actualidad de Nietzsche

En la biografía que R. Safranski (Nietzsche, Barcelona, Tusquets, 2009) publicó sobre Nietzsche, aquél señala que "se debe a Nietzsche, de manera no exclusiva, pero sí principal, el hecho de que la palabra vida recibiera entonces un nuevo tono, un tono misterioso y seductor". A pesar de que la filosofía académica reaccionó al principio con sequedad, en la vida intelectual europea entre 1890 y 1914 adquirió un fuerte protagonismo la corriente vitalista, impulsada por la recepción de Nietzsche.  El término "vida" se convirtió así en un concepto central (lo mismo que antes los términos "ser", "naturaleza" o "Dios"), que se dirigía contra dos frentes: contra el idealismo académico neokantiano y las convenciones morales de la burguesía, y contra el materialismo y positivismo de finales del XIX. El vitalismo se entendía no como una filosofía sobre la vida, sino como una filosofía que quiere ser un órgano de esta vida, que quiere incrementarla, abrirla a nuevas formas y configuraciones.
"El nietzscheanismo se hizo tan popular que ya en los años noventa empezaron a publicarse parodias, sátiras y escritos difamadores sobre él". Pero la filosofía nietzscheana de la "voluntad de poder" no tuvo sus primeras repercusiones en la política sino en una visión estética: "Las más importantes corrientes artísticas de principios de siglo, el simbolismo, el modernismo, el expresionismo, se inspiraron en Nietzsche... También algunos compositores percibieron que con Nietzsche irrumpía una mística. Richard Strauss concibió en 1896 su poema sinfónico Así habló Zaratustra, y Gustav Mahler pretendía originariamente dar a su tercera sinfonía el nombre de La Gaya Ciencia".
A comienzos de la Primera Guerra Mundial, Nietzsche era tan popular que Así habló Zaratustra apareció en una edición especial de 150.000 ejemplares para los soldados del frente, junto con Fausto, de Goethe y el Nuevo Testamento.
La recepción de la obra de Nietzsche fue contradictoria: si por un lado fue utilizado por el círculo de la revolución conservadora, que imaginaban en la guerra un éxtasis nihilista; escritores como Herman Hesse denunciaban esa actitud de vasallaje con uniforme de guerrero.
El reconocimiento oficial de Nietzsche por parte del régimen nazi hizo sospechosa su obra tras la II Guerra Mundial. El filósofo alemán M. Heidegger colaboró a hacer aceptable la obra de Nietzsche (y de paso su propia obra, especialmente su discurso como rector en el periodo nazi), aunque reconociendo que Nietzsche era en parte utilizable por la ideología dominante. Más tarde, en los años 60, filósofos franceses como Bataille, Deleuze o Foucault harían una relectura de la obra nietzscheana incorporándolo definitivamente al canon académico.

sábado, 20 de febrero de 2016

viernes, 19 de febrero de 2016

La filosofía en la segunda mitad del siglo XIX: Friedrich Nietzsche (1844-1900)


El filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) ha sido considerado, junto con Karl Marx y Sigmund Freud, uno de los "maestros de la sospecha". En el caso de Nietzsche la sospecha recayó en la moral del resentimiento, vengativa contra los valores de la vida y del cuerpo, de la moral judeo-cristiana que había impregnado la cultura occidental.

Su amiga y escritora Lou Andrea Salomé le hizo este "Retrato de filósofo con bigote":
Al contemplador fugaz no se le ofrecía ningún detalle llamativo. Aquel varón de estatura media; vestido de manera muy sencilla pero también muy cuidadosa, con sus rasgos sosegados y el castaño cabello peinado hacia atrás con sencillez, fácilmente podía pasar inadvertido. Las finas y extraordinariamente expresivas líneas de la boca quedaban recubiertas casi del todo por un gran bigote caído hacia delante; tenía una risa suave, un modo quedo de hablar y una cautelosa y pensativa forma de caminar, inclinando un poco los hombros hacia delante; era difícil imaginarse a aquella figura en medio de una multitud -tenía el sello del apartamiento, de la soledad. Incomparablemente bellas y noblemente formadas, de modo que atraían hacia si la vista sin querer, eran en Nietzsche las manos, de las que él mismo creía que delataban su espíritu. Similar importancia concedía a sus oídos, muy pequeños y modelados con finura, de los que decía que eran los verdaderos 'oídos para cosas no oídas'. Un lenguaje auténticamente delator hablaban también sus ojos. Siendo medio ciegos, no tenían, sin embargo, nada de ese estar acechando, de ese parpadeo, de esa no querida impertinencia que aparecen en muchos miopes; antes bien, parecían ser guardianes y conservadores de tesoros propios, de mudos secretos, que por ninguna mirada no invitada debían ser rozados. La deficiente visión daba a sus rasgos un tipo muy especial de encanto, debido a que, en lugar de reflejar impresiones cambiantes, externas, reproducían sólo aquello que cruzaba por su interior. Cuando se mostraba como era, en el hechizo de una conversación entre dos que lo excitase, entonces podía aparecer y desaparecer en sus ojos una conmovedora luminosidad: mas cuando su estado de ánimo era sombrio, entonces la soledad hablaba en ellos de manera tétrica, casi amenazadora, como si viniera de Profundidades inquietantes..."

Sobre este filósofo, uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, puedes ver el siguiente interesante documental de la BBC
CUESTIONES:
- A partir del documental de arriba señala algunos datos biográficos y las etapas de la obra de Nietzsche.
- Define algunos de los conceptos básicos explicados en el documental anterior: voluntad de poder, nihilismo, superhombre, transvaloración de todos los valores...

PARA SABER MÁS:
También puedes leer muchos de sus textos en la página argentina Nietzsche en castellano.
Para saber más de su vida y su obra, puedes consultar, en inglés, la página de la Enciclopedia Standford de Filosofía.
Para conocer el pensamiento de Nietzsche puedes consultar la página de Bípedos implumes buscan logos.
Sobre la obra de la que vamos a comentar en clase un capítulo, El crepúsculo de los ídolos, puedes leer la introducción de Santiago Lario aparecida en la revista A Parte Rei.
Para la actualidad de Nietzsche puedes sacar algunas notas de la interesante entrevista al profesor Nicolás A. González Varela.