miércoles, 28 de octubre de 2015

Matrix y el mito de la caverna

Matrix (Ciencia Ficción, Hnos. Wachowski, 1999)  

Resumen: La película plantea que en el futuro, casi todos los seres humanos han sido esclavizados, tras una dura guerra, por las máquinas y las inteligencias artificiales creadas. Estas los tienen en suspensión, y con sus mentes conectadas a una simulación social que representa el final del siglo XX, Matrix. Los seres humanos son usados por las máquinas para obtener energía, y los pocos humanos descendientes de los que no cayeron en las redes de los robots o que han sido liberados de Matrix, viven en la ciudad Zion. Desde allí, una pequeña flota de naves se mueve por el subsuelo, entrando de forma clandestina a Matrix y tratando de liberar cada vez a más personas conectadas, buscando a aquellos que intuyen que algo no es correcto en el ilusorio mundo en que viven. Algunos de los capitanes de estas naves, como Morfeo (Laurence Fishburne), creen que hay alguien en Matrix que es El Elegido, la persona que acabaría con la guerra, con las máquinas, según una antigua profecía. Morfeo se fija en Neo (Keanu Reeves), un pirata informático que vive atrapado en Matrix sin saberlo, creyendo que él puede ser el elegido. (Fuente: wikipedia)



Guía para el análisis de Matrix. (Proyecto Telémaco)

También podéis leer el artículo La Filosofía en Matrix, de Concepción Pérez García (Filosofía para niños, nº 2, 2004).

Cuestiones:
- Señala las semejanzas y diferencias más relevantes entre la historia de Matrix y la caverna platónica.

Pierre Bourdieu: una crítica sociológica al mito de la caverna.

  Según el sociólogo francés Pierre Bourdieu (Meditaciones pascalianas, Anagrama, 1999), el mito de la caverna sería "un ejemplo del sistema de defensa que la tradición filosófica ha erigido contra la toma de conciencia de la ilusión escolástica". Este mito, con el que muchas veces comenzamos a entrar en el campo filosófico, como relato fundador de lo que supone la tarea filosófica (como desvelamiento de sombras, prejuicios e ignorancia de lo común), supone -según Bourdieu- entrar en la "ilusión" que propone "dejar en suspenso algunos presupuestos del sentido común y una adhesión para-dójica a un conjunto más o menos radicalmente nuevo de presupuestos" (el acceso al mundo inteligible). El mito de la caverna intenta mostrar la distinción entre el mundo corriente (caverna) y el mundo docto (exterior); la caverna representa la "ideología profesional del pensador profesional", alejado del mundo de la existencia cotidiana. La ruptura epistemológica que supone la salida de la caverna supone también, según Bourdieu, "una ruptura social que, sobre todo cuando permanece ignorada, puede inspirar una forma de desprecio del iniciado por el conocimiento común, tratado como un obstáculo que hay que destruir y no como un objeto que hay que comprender". Como afirma Bourdieu en otro lugar, "El listillo, ensimismado en el placer de desmitificar y denunciar, ignora que aquellos a los que cree desengañar, o desenmascarar, conocen y rechazan a la vez la verdad que pretende revelarles".
(...) Llegado el caso de no tener más remedio que afiliarme, me diría más bien pascaliano: pensaba, en concreto, en lo que se refiere al poder simbólico, aspecto en el que la afinidad es más aparente, y en otros aspectos de la obra, menos evidentes, como la renuncia a la ambición de establecer principios. Pero, más que nada, siempre habría agradecido a Pascal, tal y como yo lo entendía, su solicitud, desprovista de cualquier ingenuidad populista, por el "común de los hombres" y las "opiniones sanas del pueblo"; y también su propósito, indisociable de ella, de indagar siempre "la razón de los efectos", la razón de ser de los comportamientos humanos aparentemente más inconsecuentes o más irrisorios -como "pasarse el día corriendo tras una liebre"- en vez de indignarse por ello o burlarse, como hacen los "listillos", siempre dispuestos a "hacerse los filósofos" o a tratar de asombra con sus asombros fuera de lo común a propósito de la vanidad de las opiniones de sentido común.
(Bourdieu, Meditaciones Pascalianas, p. 25)
Bourdieu señala que la tradición filosófica es inculcada a través de autores y textos canónicos sutilmente jerarquizados que proporcionan al pensamiento los referentes por los que debe guiarse; "problemas fruto de debates nacidos en un momento histórico y perennizados por la reproducción escolar; grandes oposiciones recurrentes, a menudo condensadas en pares de términos antitéticos, en los que hay quien ha querido ver, recurriendo al adecuado estilo grandilocuente, "las oposiciones binarias de la metafísica occidental", y que remiten, más trivialmente, a la estructura dualista según la cual el campo filosófico, como cualquier otro, tiende a organizarse (...); conceptos que, pese a su aparente universalidad, son siempre indisociables de un campo semántico situado y fechado y, a través de él, de un campo de luchas a menudo limitado, a su vez, a las fronteras de una lengua y una nación; teorías más o menos mutiladas y fosilizadas por la rutina de una transmisión escolar que las eterniza al precio de sacarlas de un contexto histórico y real, etcétera".

Bourdieu también advierte contra la tergiversación de la lectura que se convierte en su propio fin y "se interesa por los textos, así como por las teorías, los métodos o los conceptos que vehiculan, no para hacer algo con ellos, es decir, para hacerlos entrar, como instrumentos útiles y perfectibles, en un uso práctico, sino para glosarlos, relacionándolos con otros textos (...). Así, con esa lectura se esfuma lo esencial, es decir, no sólo los problemas que los conceptos propuestos trataban de señalar y resolver (...), sino también el espacio de los posibles teóricos y metodológicos que ha facilitado que esos problemas puedan ser planteados en ese momento preciso y en esos términos (...), espacio que es imprescindible reconstruir mediante una labor histórica, en particular porque puede que haya sido transformado por las nuevas soluciones que los textos sometidos a la crítica han aportado a esos problemas".

Cuestiones:
- ¿Por qué Bourdieu se declara más pascaliano que platónico?
- ¿Cuál es la crítica que Bourdieu hace al mito de la caverna como mito fundador o iniciador del saber filosófico frente al saber de lo común, de la existencia corriente?

jueves, 8 de octubre de 2015

La teoría antropológica de Platón


      Al igual que los filósofos jonios, e influenciado por la doctrina órfico-pitagórica, Platón creía que el alma era principio de vida, de tal manera que un cuerpo no podía existir sin alma, pero el alma sí podía existir sin cuerpo. El hombre tiene una naturaleza dual: es cuerpo y es alma al mismo tiempo. Su cuerpo está sujeto al mundo sensible, que es el del devenir y las apariencias. Su alma, en cambio, tiene su origen en el mundo inteligible, y por lo tanto, al igual que éste, es eterna e inmortal. Esto significa que el alma preexiste y sobrevive al cuerpo. 
      La teoría antropológica de Platón se puede conocer a través de algunos de sus más conocidos diálogos:

Platón. La importancia de la Ética.

Sobre la Idea de Bien platónica y la Ética en la Grecia clásica y en nuestros días.

Vimos en clase cómo Platón, siguiendo el intelectualismo moral socrático (sólo obra mal el ignorante), sitúa como Idea primera, como luz y claridad del mundo exterior, de la verdad, la Idea de Bien. La sabiduría se confunde con la virtud, con la bondad. Y a partir de esto se nos planteaban muchas cuestiones muy actuales:

¿Es importante ser buenos? ¿No suenan en la actualidad mucho valores morales, como la “virtud”, o el “bien”, como mera idealización religiosa? ¿No aparecen en otras ocasiones estos valores como una cuestión de “carácter”, que no de aprendizaje? ¿No recoge el Diccionario de la Real Académica el sentido de persona “buena” como “por lo común irónicamente, de la persona simple, bonachona o chocante”? Ya había advertido el filósofo alemán F. Nietzsche acerca de la inversión de valores producida en nuestra moral judeocristiana, para la que el “bueno” se convertía en el débil, el que sufre (y con ello, junto a la bienaventuranza divina, recibe la moral del resentimiento, enfrentada a los valores más vitales).

La teoría del conocimiento de Platón

    Según B. Farrington (Ciencia y filosofía en la Antigüedad, Ariel, Barcelona, 1984, pp. 93- 115), "la ambición de Platón no fue interpretar la naturaleza con la ayuda de las matemáticas, sino sustituir la física por las matemáticas. Así, recomienda desechar la astronomía como una ciencia de la observación y sustituirla por la astronomía teórica como una rama de las matemáticas puras". Platón continuaría así la rebelión socrática contra la ciencia física de los presocráticos. En el diálogo Fedón, por ejemplo, Platón recomienda "estar liberado del cuerpo y contemplar las realidades verdaderas solamente con los ojos del alma". Más tarde, en diálogos como el Teeteto, aunque admitiría el papel de los órganos sensoriales como instrumental de conocimiento, mantendría que la sensación no era en sí misma conocimiento. Por último, en el diálogo de vejez Las Leyes, Platón no sólo criticaría los errores de la tradición física jonia, sino que propondría perseguirla como herejía según las disposiciones de una nueva legislación religiosa.

domingo, 4 de octubre de 2015

Cuestiones en torno a la teoría platónica de la realidad y del conocimiento

 Intenta responder a algunas de las cuestiones que plantean la teoría platónica y aristotélica de la realidad y del conocimiento: 

- ¿Existe el mundo de las ideas separado del mundo sensible o, por el contrario, ambos mundos forman una unidad en las cosas sensibles?
- ¿Qué consecuencias se desprenden del relativismo y escepticismo de los sofistas?, ¿y del objetivismo platónico?, ¿cuál de las dos posiciones es más proclive a la intolerancia y al dogmatismo?, ¿en qué planteamiento filosófico se fundamentan mejor los derechos humanos, en el relativismo de los sofistas o en el objetivismo platónico?