Guillermo de Ockham (1288-1349) personifica el campo de una filosofía teológica que se desmorona. La lucha entre teólogos y filósofos, que había sido tan creativa, acababa entonces en divorcio. Ockahm representa la via moderna frente a la via antiqua de Tomás de Aquino, Buenaventura o Duns Escoto. A partir de 1300 la vida intelectual avanzó hacia la ortodoxia de las facciones dominica y franciscana que representaban la estructura del poder universitario orientado en la dirección de la política papal.
Frente a ellos, surgió un frente de oposición en las facultades de artes, especializadas en lógica, matemática y filosofía natural. El propio Ockham no adquiriría el título de doctor de teología, alcanzando sólo el de licenciado en artes, lo que aún así le bastaría para ser convocado a responder a cargos de herejía a Aviñón, cortando así su carrera en la universidad. Los nominalistas, en general, orientaron su orientación intelectual hacia la facultad de artes y sus temas. Ockham, por ejemplo, afirmaba la primacía de los métodos lógicos sobre los procedimientos de los teólogos catedráticos.
Siguiendo a Collins (2003:487-489), "el objetivo de Ockham fue simplificar lo que se había convertido en un terreno intelectual extremadamente complicado eliminando las entidades metafísicas superfluas". Ockham fue especialmente radical porque usó la "navaja" para "eliminar las esencias metafísicas, además de otras abstracciones que habían proliferado en las densas redes del campo". Ockham, según Collins, centró su ataque en los conceptos universales: "Nadie nunca ha observado una esencia. Lo que creen que observan siempre coincide con un objeto particular. Ockham afirma que un concepto es sólo un medio confuso, inespecífico, de referirse a cosas individuales, como cuando alguien no ve bien de lejos los objetos borrosos. Los conceptos universales son meros términos que usamos cuando no podemos seleccionar la cosa real de la que hablamos. Según eso, Dios, cuya percepción es perfecta, no tiene ideas, sino que puede contemplarlo todo en su particularidad... Como no existen las esencias universales, nada impide a Dios hacer el mundo de cualquier modo, y nada le impide cambiarlo con un milagro o destruirlo en cualquier momento... Ockham da rienda suelta al antirracionalismo conservador y el misticismo, por un lado; al empirismo radical, por otro; y a una lógica técnica que lo lleva aún por otros derroteros. Está al lado de la demanda de los conservadores de mantener la teología libre de las invasiones de los filósofos. El reino de la teología es milagroso".
Para Ockham, no sólo los atributos, sino la existencia misma de Dios era indemostrable por la razón. La omnipotencia y libertad divinas no estaban sometidas a regla ni necesidad ninguna.
Se empezaban a desmoronar las estructuras político-religiosas del medievo cristiano. El Imperio se desmoronaba en multitud de estados y principados que reclamaban su propia soberanía. El Cisma de Occidente dividía a la Iglesia y el derrumbamiento de las grandes síntesis filosóficas cristianas conducía hacia la modernidad.
Cuestiones para el cuaderno: ¿Qué acontecimientos marcaron el final de la Edad Media? ¿Cómo caracterizarías el pensamiento de Guillermo de Ockham? ¿En qué se diferencia del de Tomás de Aquino?
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