miércoles, 11 de abril de 2018

Kant y la teoría de la justicia de John Rawls

    "En el apartado de la Teoría de la justicia, del filósofo estadounidense John Rawls, titulado "La interpretación kantiana de la justicia como imparcialidad" se descubren conceptos clásicos del ilustrado alemán I. Kant que Rawls tiene presente en la elaboración de su concepto de justicia como imparcialidad: elección racional, autonomía, imperativo categórico y seres nouménicos. Estos cuatro términos kantianos remiten, en última instancia, a la concepción de persona moral.                                                                                                                                                                                                                                                                             
a) Para Kant los principios morales que debe guiar la conducta de los individuos son el resultado de una elección racional. Asimismo la legislación moral de un estado ético debe ser acordada bajo condiciones propias de personas libres y racionales. Esta cualidad kantiana de elección racional propia de las personas, la atribuye Rawls a las partes en la posición original.

b) Una persona actúa autónomamente, según Kant, cuando los principios de su acción son elegidos por él mismo como la expresión más adecuada de su naturaleza de ser libre y racional, desconsiderando motivos heterónomos como la posición social, los dotes naturales o los deseos particulares. Esta exigencia kantiana de autonomía queda respalda en Rawls por el velo de ignorancia que se puede concebir como un artificio para privar a las personas del conocimiento que les inclinaría a escoger principios ciertamente heterónomos. Por tanto, el velo de ignorancia se convierte en la garantía de la autonomía moral.

c) Al igual que los imperativos categóricos kantianos se entienden como principios de conducta que se aplican a las personas en virtud de su naturaleza como seres libres y racionales, para Rawls actuar a partir de los principios de la justicia es actuar a partir de imperativos categóricos en el sentido de que se aplican cualesquiera que sean sus propósitos en particular. Las personas que actúan desde los principios de justicia, al convertirse en imperativos categóricos por su incondicionalidad, están obrando con plena autonomía porque estarían actuando desde principios que aceptarían en las condiciones que mejor expresasen su naturaleza como seres racionales, libres e iguales

 d) Si tanto las partes en la posición original (que escogen los dos principios de justicia) como los miembros de cualquier sociedad o institución (que se rigen por ellos) son libres, racionales y autónomos; también participan, según Rawls, de las características propias de los seres noumenales. Éstos son aquellos que poseen plena libertad para elegir cualquier principio de conducta independiente de las contingencias naturales y de los accidentes sociales. Es decir, somos seres noumenales cuando actuamos según los principios reconocidos en la posición original que se convierten indirectamente en la garantía de nuestra libertad, racionalidad  y autonomía.

 Los cuatro términos éticos kantianos anteriores son aplicados por Rawls a distintos aspectos de su teoría (la racionalidad a la posición original, la autonomía al velo de ignorancia, los imperativos categóricos a los principios de justicia y los seres noumenales a las partes que tendrán que llegar a un acuerdo), y responden a los rasgos de una determinada noción de persona. En definitiva, la explicitación del concepto de persona que acepta Rawls, apoyándose en Kant, es el punto de partida y presupuesto de toda su teoría.
 La ética Kantiana ofrece el mejor respaldo filosófico a la teoría de la justicia porque es la ética que mejor fundamenta desde la razón la dignidad de la persona que subyace al proyecto rawlsiano. Para Kant el hombre, y en general todo ser racional, existe como fin en sí mismo, no sólo como medio para usos cualesquiera de esta o aquella voluntad; debe en todas sus acciones, no sólo las dirigidas a sí mismo, sino las dirigidas a los demás seres racionales, ser considerado siempre al mismo tiempo como fin19. Es decir, según Rawls la misma noción kantiana de dignidad de la persona es la que motiva su Teoría de la justicia, proporcionando una mayor coherencia a todos sus objetivos, y la que favorece su fuerte atracción moral. 
      A pesar de todo lo anterior, otros autores, como F. Vallespín, sostienen que la revisión rawlsiana, aunque afecta al contenido del imperativo categórico, no resuelve el problema, ya que éste no nos dice por sí mismo cómo hemos de actuar y organizar la sociedad desde esta perspectiva".
Fuente:  Valentín Galván García.

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