martes, 22 de septiembre de 2015

El problema de la realidad y del conocimiento.

Para comenzar a plantearnos el problema de la realidad y la apariencia, nuestro conocimiento de esa realidad y sus límites, podemos intentar debatir sobre estas cuestiones:
- ¿El ser humano es capaz de comprender la naturaleza? ¿La realidad es tal y como la percibimos?
- ¿Qué conocemos: las cosas o las ideas que tenemos de las cosas? (Platón)
- ¿Existe una realidad de manera independiente a la naturaleza humana?:  Cuando se cae un árbol en el bosque, ¿suena?
- ¿Sigue una regularidad la naturaleza, o es azarosa e impredicible (y vano entonces nuestro intento de buscar en ella regularidades o leyes)?
- ¿Existen dimensiones de lo real incognoscibles para nosotros?
-¿El límite de nuestro conocimiento es el límite de la ciencia? ¿El límite de nuestro conocimiento de la realidad viene marcado por la razón, por el conocimiento científico y filosófico? ¿O existen otras vías de conocimiento de la realidad? ¿Aportan verdadero conocimiento la religión, el mito o las pseudociencias?
Algunas teorías científicas actuales hacen más complejo e interesante resolver el viejo problema de la diferenciación entre realidad y apariencia. En astronomía, como podéis ver en este documental, se hablan de once dimensiones en el Universo, frente a las tres dimensiones en las que nos encontramos atrapados.


En una entrevista de E. Punset al neuropsicólogo Richard Gregory, el primero le pregunta al segundo si tenemos una percepción correcta del mundo en que vivimos, si es correcta la imagen que tenemos de los objetos que nos rodean. La mayoría de nosotros pensamos que los ojos envían al cerebro la imagen fiel de los objetos, pero R. Gregory ha explicado que esto es falso: los ojos envían sólo imágenes codificadas en forma de impulsos eléctricos. ¡Quien sabe cómo los descifra el cerebro! Nuestro cerebro está completamente encerrado y a oscuras, y recibe poca información y muy vaga. Al principio, para reconocer los objetos que nos rodean necesitamos tocarlos y verlos al mismo tiempo, los sentidos están conectados entre sí. Pero existen cosas o figuras imposibles que el cerebro no puede resolver, como el famoso cubo de Necker, en la que el cerebro crea dos hipótesis sobre el objeto, pero no puede decidir cuál es la correcta.

A la pregunta de si el mundo exterior es más o menos lo que genera el cerebro, R. Gregory responde: "Creo que realmente existe un Universo ahí fuera, es absurdo decir que todo es un sueño. De hecho, si todo fuera un sueño se perdería la palabra sueño: las palabras tienen que poder contrastarse con la realidad para poseer significado... La cuestión es cuál es la verdad de referencia a partir de la cual decimos que algo es verdad o es una ilusión. Yo creo que la percepción utiliza una física de sentido común, una "física de cocina". En cambio, en la mecánica cuántica o en la teoría de la relatividad la física describe una realidad totalmente diferente. La realidad de la percepción es una física de sentido común -la de tocar, coger objetos, comer alimentos-. La percepción debe aplicarse al mundo para poder habitarlo: los peligros, la comida, los compañeros..., son la única realidad para la percepción". Por ello, "el cerebro no existe para hallar la verdad, sino para sobrevivir".
Solemos pensar que nuestra percepción del mundo es mucho más completa de lo que es en realidad.En este capítulo de Redes, El cerebro construye nuestra realidad, Kia Nobre, neurocientífica de la Universidad de Oxford, nos explica algunos de los recursos que utiliza el cerebro para hacerse una idea de lo que sucede en su entorno.
Respecto a la cuestión de qué es lo que distingue a lo sustancial y material de lo superficial y fenoménico, Víctor Gómez Pin (Filosofía, Austral, 2003:92) señala que una entidad física es algo que, como mínimo, tiene una "posición" y tiene un "momento". Por "momento" o cantidad de movimiento se entiende el producto de la masa por la velocidad. Por lo tanto, afirma Gómez Pin, "si algo se muestra, pero revela carecer de cantidad de movimiento (por consiguiente, de masa) o de posición, hemos de considerar que se trata de una falsa apariencia de entidad física". Pero, el modelo ortodoxo de la mecánica cuántica impide afirmar que entidad supone al menos tener una posición y hallarse en movimiento o reposo: "Como máximo cabe afirmar que toda entidad tiene potencialmente una posición y una cantidad de movimiento. Matización importante, puesto que si dos atributos incompatibles no pueden darse a la vez, sí pueden darse sucesivamente". Esto es debido a que el principio de incertidumbre mantiene la imposibilidad de determinar al mismo tiempo la posición que una entidad ocupa y el momento o cantidad de movimiento:
 "Conocer la naturaleza y dejarla inalterada sería en realidad algo imposible. El hombre que conoce, transforma lo que se da a conocer a la vez que se transforma a sí mismo. Transforma, por ejemplo, la entidad para que tenga cantidad de movimiento, al precio de sacrificar su posición, su precisa ubicación en el seno de un universo ordenado, es decir, referido a un sistema de coordenadas".
Cuestiones:
- ¿Qué implicaciones tiene la existencia de múltiples universos para nuestra concepción de la realidad?
- ¿Cómo justifica R. Gregory la afirmación de que nuestro cerebro  "no existe para hallar la verdad, sino para sobrevivir"? ¿Y la afirmación de Gómez Pin de que al conocer la naturaleza la transformamos?

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