domingo, 16 de abril de 2017

Ampliación del contexto histórico del pensamiento de Karl Marx

      La primera fase de la Revolución Industrial se caracterizó por la producción de bienes de consumo -sobre todo textiles-, algo que explica que las revueltas obreras de la primera mitad del siglo XIX tuvieran muchas veces como protagonistas a tejedores o cardadores, enfrentados en ocasiones a la introducción de una maquinaria que amenazaba sus ya malas condiciones de trabajo.
      Así ocurrió en España, en 1821, cuando Marx tenía solo tres años, en la revuelta luddita de Alcoi. Alcoi era un importante centro lanero, de unos 18.000 habitantes, donde la implantación de la nueva maquinaria había provocado la revuelta de cardadores e hiladores. la destrucción de las nuevas máquinas se produjo también en otras localidades españolas. Se fusiló a los obreros, a los que se les aplicó un consejo de guerra, y se protegió con el ejército la instalación de las máquinas. Una Real Orden de mayo de 1824 recomendaba a los obispos que hicieran ver al pueblo lo conveniente de su utilización. Los tejedores dejaban de ser artesanos para ser asalariados sujetos a la disciplina industrial. La revuelta ludita ponía en cuestión la distinción entre el medio de producción y su modo social de explotación. Más que contra la máquina en sí, se luchaba contra las nuevas relaciones sociales de producción que el sistema de factoría generalizaba.

     En otros lugares de Europa también se produjeron graves estallidos de revuelta. En 1831 se producía la insurrección de los canuts (maestros tejedores), en la que los obreros de Lyon (Francia) tomaron durante un tiempo los poderes locales. También en 1844, en Renania (Prusia) se produjo la insurrección de los tejedores de Silesia, que analizaría el propio Marx.
        En 1848  culminará el aumento de la agitación obrera y campesina, produciéndose graves revueltas en París, donde la ciudad se llenó de barricadas y donde el ejército terminaría disparando contra los manifestantes. El 21 de febrero de 1848 apareció publicado en Londres el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, encargado por la Liga de los Comunistas; pero no hubo un movimiento revolucionario significativo en Inglaterra, cuyo sistema político había demostrado suficiente flexibilidad como para ir asumiendo las reivindicaciones de mayor participación (cartismo, Reform Acts). En Francia, los denominados socialistas utópicos (Proudhon, Saint-Simon, Louis Blanc) tuvieron un gran protagonismo en los acontecimientos de 1848. La novedad de esta revolución fue que durante un breve periodo del año 1848 pareció posible la puesta en práctica de un programa político diseñado a partir de la toma de conciencia de los intereses propios de la clase obrera. Como ha señalado Hobsbawm, el año 1848, la famosa "primavera de los pueblos", fue "la primera y última revolución europea en el sentido (casi) literal, la realización momentánea de los sueños de la izquierda, las pesadillas de la derecha, el derrocamiento virtualmente simultáneo de los viejos regímenes existentes en la mayor parte de la Europa occidental... Parecía ser la culminación y la consecuencia de la doble revolución (política e industrial)... Pero fracasó universal, rápida y definitivamente...".  A partir de 1848 comenzaría la "era del capital", la expansión de la economía capitalista a todo el mundo.
        La reconducción conservadora del proceso revolucionario y la fase expansiva en que el capitalismo entró en las dos décadas siguientes hicieron que este tipo de planteamientos no pudieran volver a tener posibilidades reales de ejecutarse hasta la Comuna de París de 1871. La Comuna gobernó durante 60 días promulgando una serie de decretos revolucionarios, como la autogestión de las fábricas abandonadas por sus dueños, la creación de guarderías para los hijos de las obreras, la laicidad del Estado, la obligación de las iglesias de acoger las asambleas de vecinos y de sumarse a las labores sociales, la remisión de los alquileres impagados y la abolición de los intereses de las deudas. Muchas de estas medidas respondían a la necesidad de paliar la pobreza generalizada que había causado la guerra. Sometida casi de inmediato al asedio del gobierno provisional, la Comuna fue reprimida con extrema dureza. Tras un mes de combates, el asalto final al casco urbano provocó una fiera lucha calle por calle. El balance final fue de unos 30.000 muertos, y París estuvo sometida a la ley marcial durante cinco años. Marxistas y anarquistas consideraron a la Comuna como propia y la celebraronn como la primera toma de poder de las clases proletarias en la historia de la Europa occidental.
           En el campo cultural, es la época del romanticismo de Víctor Hugo y de la denuncia social de las novelas de Charles Dickens (a pesar de sus frecuentes finales complacientes). El realismo sustituiría a la idealización romántica por la observación, la imaginación y el exagerado sentimentalismo por la descripción sobria de lo coriente, tal como haría Flaubert en Madame Bovary. En ciencia, destacaron los estudios sobre la electricidad, el calor y la luz (Faraday, Ampère o Fresnel). Charles Darwin publicó dos obras que tendrán un gran impacto, El origen de las especies (1859) y El origen del hombre (1871).

      La segunda fase de la Revolución Industrial se caracterizó por el paso a los bienes de consumo a los bienes de producción (especialmente químicos, siderúrgicos, eléctricos y mecánicos).  Para ello fue necesaria la expansión de la red ferroviaria y la formación de grandes grupos industriales (desarrollo de las sociedades anónimas y las concentraciones empresariales).  El colonialismo europeo alimentaría de materias primas a las nacientes industrias de la metrópoli (Gran Bretaña, Francia y Alemania se repartieron la práctica totalidad del continente africano). A la vez, se buscaba solucionar la superpoblación y el excedente de capitales. Creció el número de migraciones a ultramar de forma espectacular: millones de europeos, asiáticos y africanos cruzaron el mundo en busca de mejores condiciones de vida (especialmente a EE UU, Australia, Brasil...). Pero también se producen los primeros movimientos anticoloniales:  en 1857 se produce una gran rebelión armada en la India contra la dominación británica, conocida como la rebelión de los cipayos, que derivó en una verdadera guerra; y por otro lado, se forman los estados americanos (Brasil, Colombia, Chile, Ecuador...).También en la segunda mitad del siglo XIX destaca la Guerra de Secesión americana (1861-1865), que tuvo como una de sus causas la cuestión de la abolición de la esclavitud.

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