martes, 14 de marzo de 2017

"Dialéctica de la Ilustración": una lectura contemporánea al texto de Kant "¿Qué es la Ilustración?


“Dialéctica de la Ilustración”: crítica a la razón instrumental.

Dialéctica de la Ilustración (1944) es una obra escrita por Theodor Adorno y Max Horkheimer, autores pertenecientes a la llamada Teoría crítica, corriente conectada con un compromiso social emancipatorio frente al auge de los fascismos en Europa en los años 30 del siglo XX. En sus páginas encontraremos un análisis crítico de la cultura de masas y del fascismo en el que se hace una referencia crítica al concepto kantiano de Ilustración e Iluminismo. El destierro, el genocidio nazi y la guerra son factores que influyeron decisivamente en el pensamiento de Horkheimer y Adorno y el reflejo del fracaso de nuestra civilización (“¿Es posible la filosofía después de Auschwitz?”). Según Adorno y Horkheimer, la razón moderna occidental ha funcionado en ocasiones como un mecanismo de dominio sobre la naturaleza y el otro. El concepto de razón dominante ha funcionado en relación con un sistema de poder cultural y político, en el cual, tener razón supone tener autoridad. Es por esto por lo que el poder del conocimiento científico-racional se ha puesto en ocasiones al servicio de los intereses de un sistema autoritario.

    La Dialéctica de la Ilustración es un intento de poner de manifiesto la irracionalidad de un mundo opresor, de una sociedad que paulatinamente ha devenido lo contrario de su propósito inicial, a saber, el progreso y la emancipación por medio de la razón. La Dialéctica de la Ilustración tiene su origen en un hecho traumático para Adorno y Horkheimer, la constatación de la capacidad demoledora del género humano que, contra el proyecto ilustrado de emancipación, no camina hacia una convivencia razonable, ni cimenta la edificación de una sociedad libre, sino que se dirige hacia su plena aniquilación.

     No debemos separar a la razón occidental de las formas históricas concretas y las instituciones sociales en que se halla inmersa. La razón nació desde un principio mutilada por el interés del hombre de dominar la naturaleza y este anhelo de dominio enfermó a la razón: «La racionalidad propia de la Ilustración es la de un conocimiento técnico-instrumental» (un conocimiento que considera cognoscible cuanto es manipulable, siendo los criterios de manipulación y control, el cálculo y la utilidad, los dominantes). No hay ninguna pregunta sobre si los objetivos que se buscan son en si mismos razonables o no, si hacen referencia a intereses generales o particulares, si agrava o suaviza los conflictos sociales, si preserva o destruye el medio natural... «Lo que nos habíamos propuesto era nada menos que comprender por qué la humanidad, en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano, se hunde en un nuevo género de barbarie”.

     Así, en el siglo XX, la guerra mundial y la barbarie nazi habían quebrado la confianza en la razón humana y había expulsado el optimismo racionalista, herencia de la ilustración. Así, el filósofo alemán T.W. Adorno llegó a afirmar que el nuevo imperativo después del nazismo era orientar el pensamiento y la acción para evitar que esa aberración pueda repetirse. La ética – para Adorno- debería nacer de la reacción contra el dolor de los otros y no de una esfera fría y abstracta de la razón. La profunda crisis de valores que se abrió tras la Segunda Guerra Mundial y el relativismo ético político que se extendió por Europa, quedó en parte compensado por el resurgir de los movimientos sociales y la efervescencia de una visión marxista de la historia cargada de esperanza emancipatoria.
 
Fuente: 
Esther Barahona Arriaza, “Razón, verdad y crítica: momentos epistemológicos en la «Dialéctica de la Ilustración» de M. Horkheimer y Th. W. Adorno”, Anales Seminario Metafísica, n.º 30, 1996.
Esther Barahona Arriaza, “Razón, verdad y crítica: momentos epistemológicos en la «Dialéctica de la Ilustración» de M. Horkheimer y Th. W. Adorno”, Anales Seminario Metafísica, n.º 30, 1996.

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