jueves, 21 de marzo de 2013

En memoria de Agustín García Calvo

A comienzos de noviembre del año pasado (1 de noviembre de 2012) murió el filósofo Agustín García Calvo, ensayista, poeta, dramaturgo y profesor. Su presencia fue algo insólito en la sórdida dictadura franquista, así como un molesto tábano en la autocomplaciente democracia posterior. "El gran Negador" -como lo ha denominado uno de sus alumnos, Fernando Savater- desmenuzaba y ofrecía novedosas lecturas de filósofos como Heráclito o Parménides. Y en sus lecturas y conferencias nos ayudó a cuestionar todas las grandes certezas con las que nos acunaban desde pequeños: la Realidad, la Muerte, el Estado, el Capital, la Familia, la Pareja...
Muchos estudiantes de filosofía comenzamos a conocerle con sus "Lecturas presocráticas", para luego fascinarnos con sus poemas y sus personales conferencias y tertulias.  Mantenía todavía entre los estudiantes su aura de resistente contra la dictadura, que le apartó de su cátedra por apoyar las protestas estudiantiles en febrero de 1965, junto a Aranguren y Tierno Galván. Su pensamiento nos desconcertaba en un primer momento, tan alejado a lo que vislumbrábamos en las aulas universitarias, o en los medios de comunicación de masas, pero nos abría unos horizontes y líneas de pensamiento muy diferentes. Recuerdo, por ejemplo, en un verano en Ávila, sus comentarios sobre Antonio Machado y su "Juan de Mairena", un profesor-poeta-filósofo al que creo que le unían muchos aspectos. Su "Relato de amor", la larga endecha que dedica a la muerte de su padre, sigue siendo uno de los libros más bellos y emocionantes que he leído.
Otro bello poema de amor, probablemente uno de los más hermosos y libertarios que escribió, es el titulado "Libre te quiero", al que el cantautor Amancio Prada puso música:

También lo recordamos participando en las concentraciones del 15-M en la Puerta del Sol de Madrid, a la que desde el nacimiento del movimiento acudía cada jueves para hablar con los jóvenes.


Como el propio Agustín García Calvo nos enseñó, la muerte sólo llega al individuo, a aquello en lo que el Poder intenta convertirnos, para no dejarnos ser pueblo. Allí, como pueblo, seguiremos encontrando a este poeta y filósofo zamorano.

En la página de su editorial Lucina podéis leer muchos de sus artículos y conferencias.

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