domingo, 14 de abril de 2013

En memoria de Agustín García Calvo, 2ª parte

Siguiendo con el recuerdo de Agustín García Calvo, al que ya aludimos en una entrada anterior, me gustaría dejaros con uno de sus poemas, con su forma de negar la Realidad que nos imponen, su forma de animarnos a decir en voz alta y a la cara de "los que saben": No, no y no.

La cara del que sabe

Cuando veas al hombre de banca
dinámico y grave
que en la ranura de su coche
introduce la llave,
mientras habla con un cliente
importante,
y con mano segura
agarra el volante,
verás, si te fijas, en el cristal
la cara del que sabe.

En la escuela, al salir de recreo
al patio empujándose,
si ves a uno que lo llaman
el Capacobardes
que le escupe en la oreja al tonto
de la clase
y se planta aguardando
que el otro se arranque,
helados de vidrio verás allí
los ojos del que sabe.

O si ves por la turbia ventana
de frente a su amante
a la querida que, ya seca,
se aferra al cadáver
de su amor, y a cuchillo dice
«Como escapes,
te lo juro, aquí mismo
me siego el gaznate»,
grabado verás en la blanca piel
el signo del que sabe.

En la foto del jefe de estado
que fija el instante
en que él, sentado ante un decreto
de muerte de alguien,
en penoso deber la pluma
de oro blande,
cuando firme la firma
de un trazo la trace,
trazada en su frente la puedes ver
la marca del que sabe.

O si no, en el neón del espejo
del bar de 'My darling'
si ves al chulo que a su rubia
le dice, fumándole
de nariz, «Que nanay, nenita,
que tu padre,
y cuidao con el rímel,
que no se te empaste»,
posada en sus párpados la verás
la fuerza del que sabe.

Y si asomas, en fin, al estudio
de altos cristales
donde el cerebro de la empresa
dibuja los planes
de la ruta futura, y corre
recto el lápiz
y a derecho y a regla
los borra los árboles,
guiada verás de la pura ley
la mano del que sabe.

Todos tienen su idea: son ellos
los reyes del aire.
Y si tú ves que, cuando a todos
los cierre en la cárcel
de los versos y que la música
ya se apague,
yo me quedo a las nubes
mirando distante,
recuérdame y dime «La veo ahí
la cara del que sabe.

Agustín García Calvo hizo sonar esta poesía, intentó hacerla palabra viva, no "literatura muda". Y en ese experimento contó con la ayuda de Chicho Sánchez Ferlosio y Amancio Prada. Aquí podéis ver y escuchar su declamación en el Teatro Español, en el Ciclo de intérpretes musicales celebrado en Madrid allá por el 19 y 20 de noviembre de 1982. Canciones y soliloquios. 
En el programa de mano aparecía el siguiente texto:
 "Es una empresa un tanto desesperada ésta de ponerse a cantar y declamar poesía en un teatro. Porque es que los campos están bien delimitados: por un lado, canción para masas, más o menos roquera o cupletera, cada vez más pobres, desgraciadas y repetitivas las letras, y también las melodías, supliéndose esas faltas con los efectos de ruidos o de imagen y gesto del ejecutor; y por otro lado, la poesía de los poetas, literaria, muda y condenada al libro y a la lectura de unos pocos, poetas también o críticos de poetas, eternamente experimental y viéndose a sí misma inscrita desde el nacimiento en una Historia de la Literatura. Pero ello es que lo uno va con lo otro: que la desgracia de los géneros de consumo masivo está en correlación con la reclusión al libro de la poesía culta, su ausencia de la voz y el verdadero uso. Es esa separación lo que se ataca con intentos como éste: Amancio Prada y Chicho Sánchez Ferlosio han venido con sus artes y gracias haciendo revivir en voz y melodía algunas de las canciones, y por mi parte vengo ensayando, para el drama, pero también para la lírica, modos de declamación con recursos de la voz y el ritmo, públicos y casi teatrales, que se atreven a hacer sonar la poesía, por si sirve de algo. Y algo de esto es lo que vamos a ofrecer en estas sesiones del Español: cosa, como espectáculo, probablemente pobre y desairada; de modo que confiamos en que sean oyentes apasionados también por ese intento de rotura de la separación que digo los que acudan a escucharnos."
 Agustín García Calvo

Amancio Prada también compuso una bonita canción a partir de este poema. Os dejo con él.